Los caprichos de la luz se imponen en la roca. La historia líquida nos rodea y las voces de las sirenas nos guían en esta travesía sin fin. Ítaca espera. No había ni una sombra en este camino de caracoles y acantilados. Conocíamos el ritmo del viento al penetrar la luz y el silencio ya no existía. Isla sin sombras, sin piel, los dientes de las sirenas enterrados en la arena. Safo, tu voz mezclada con el mar donde tu frío cuerpo nada sin detenerse. La líquida turquesa llena tu cuerpo de luz. El fondo del mar te recibe en su inmensidad. Interpreta la luz del fondo. Canta, Safo, para mí. El viento susurra tu alma. Descubrí tus versos en el agua. Tu voz en las rocas del acantilado. Las sombras colmaron tus pulmones y una copa de vino de tu sangre tocó mis labios. Una solitaria gaviota me recordó tu mano. La que escribe poesía en la luna. Milenaria Safo, aquí dejaste tu cuerpo. Al origen de la vida has vuelto con silencioso dolor. Catártica desilusión. Lágrimas de sal y viento. Safo de las pléyades, de las noches estrelladas, el Mar Jónico deshace tus ojos y tu cabellera azul. Oraculares palabras oscilan con las olas hasta desaparecer. El azul cubre tus senos Safo, bañados de gélida luz. ¿Dónde estás? Un infierno de placer te hace buscar el último beso. Viajas al más allá para olvidar las caricias nunca consumadas. Tu voz, mezclada con el viento y el agua, sigue susurrando incomprensibles sueños. Sangra dolor desde la roca.
“Los caprichos de la luz” es parte de Corta la piel / It Pierces the Skin (FlowerSong Press, 2020).