El Mes de la Historia de la Mujer se celebra cada año en marzo. Cada 8 de marzo se destaca esta fecha como el Día Internacional de la Mujer para reconocer contribuciones intelectuales, políticas, familiares y de activismo social en las respectivas comunidades donde muchas mujeres viven. La historia ha pasado por alto, olvidado, reprimido, mal informado, no reconocido los logros de muchas mujeres a lo largo de los años, de los siglos, no solo en este país sino en todo el mundo.
Gracias a la perseverancia de tantas mujeres activistas, estas voces, junto con sus aportaciones a la sociedad, han salido a la superficie y han ido ganando terreno para ser reconocidas públicamente y alcanzar igualdad.
No en todos los países somos afortunadas de poder honrar estos logros y de reconocer a tantas mujeres que han abierto brecha para cada una de nosotras. Muchas se han quedado en el camino, otras han experimentado desapariciones forzadas, otras, experimentan violencia doméstica, social o pobreza. Para mí es un honor poder celebrar cada año este día, 8 de marzo, el Día Internacional de la Mujer, que nunca doy por sentado.
Hace un año, precisamente, tuve el honor de ser parte de la celebración para el Día Internacional de la Mujer que organizó la Asociación Estudiantil de Diálogo Intercultural de la Universidad de Missouri el martes 10 de marzo de 2020.
Fuimos parte de este evento Aisha Sharif, Flor Cruz y yo. Yo iba a escribir un artículo sobre esta celebración, con casa llena, pero dos días después toda la ciudad comenzó el confinamiento debido al COVID-19. No es necesario explicar los cambios y ajustes a los que todos nos hemos enfrentado. Tanto ha sido así que dejé pasar el tiempo y me siento responsable de publicar sobre este evento que les prometí a Aisha y a Flor.
Aisha Sharif es una poeta que radica en la ciudad de Kansas y Flor Cruz es fundadora de la Colectiva Huehuecoyótl, en aquel entonces, terminaba un par de maestrías. Para los que no me conocen, soy poeta, narradora y traductora.
Sin más preámbulos saldo mi deuda con estas dos maravillosas mujeres. Espero, queridos lectores de la Revista Literaria Monolito, que disfruten de estas palabras, casi perdidas, del Día Internacional de la Mujer de 2020.
¡Que la poesía nos salve!