Balamkú (poemario bilingüe, español, inglés)
por Xánath Caraza
traducido del español al inglés por Sandra Kingery
Pandora Lobo Estepario Production Press
abril de 2019
En el rico repertorio literario de Xánath Caraza, se destaca el poemario bilingüe Balamkú. Este chez d’eouvre es un recorrido etnopoético en los vestigios histórico-culturales del pueblo maya. Xánath Caraza, al igual que Alejo Carpentier en Los pasos perdidos (1953), remonta a la selva mítica para reconectarse con sus raíces ancestrales. El regreso a la matriz de la existencia es alimentado por la nostalgia.[1] La nostalgia no debe entenderse aquí, como un sentimiento de dolor, sino que provee cierta forma de confort cultural como lo señala Kathleen Stewart (1988).[2] La visita de los patrimonios histórico-culturales mayas permite a la poeta reconstruir el pasado del pueblo originario y preservar su memoria. En este contexto Xánath Caraza se apropia de la voz del pueblo maya y de su memoria como lo subraya Wole Soyinka, ganador del Premio Nobel de Literatura en 1986: “The poet appropriates the voice of the people and the full burden of their memory” (1999: 21).[3]
Ya desde el título, se percata el apego de la poeta a la civilización prehispánica maya. Balamkú, “la cueva del Dios Jaguar” se convierte en un laboratorio poético para reescribir la historia de la zona maya de Campeche. Dice la vate: “Balamkú, te ofrezco mi voz./ Frente a ti me encuentro/ ancestral friso sagrado” (170). Existen dos sitios arqueológicos llamados Balamkú, quizá haya más por descubrir con este nombre por la importancia del jaguar en las culturas originales mayas. Uno de ellos, el Balamkú del estado de Yucatán, fue un importante santuario maya descubierto por casualidad en 1966 por un grupo de ejidatarios. Después de más de mil años adormecido bajo ruinas, Balamkú se despertó otra vez con el rugido de Balám, el jaguar, para revelar su tesoro histórico invaluable y conectarse con sus descendientes y con la humanidad: “Abre sus entrañas/ la selva en Balamkú,/ deja fluir el rugido/ del sigiloso Balám” (174). Sin embargo, el Balamkú no se ofrece tan fácil. Penetrar en su seno necesita un buceo en la selva y en la cueva serpenteante que parece a un gusano o serpiente. La imagen de la serpiente es a la vez metafórica, literal, y mística. En el poema “La boca de la serpiente” (188), la voz poética se vale de la morfología en forma de víbora de la cueva como una metáfora para plasmar la simbiosis entre el sujeto lírico y Balamkú. La alusión a la serpiente puede ser también literal por la abundancia de víboras venenosas que inundan los pasos de la cueva. Estas serpientes son también criaturas místicas que forman parte del espacio sagrado de Balamkú. La entrada en Balamkú es también una entrada al inframundo maya por medio de los cenotes y en la cosmogonía del pueblo. La poetización de Balamkú es desde entonces una suerte literaria para remontar la historia mesoamericana y rescatar la mitología y las tradiciones ancestrales mayas que han sido silenciadas por siglos tras el colonialismo y la fiebre del modernismo europeísta entre otros factores.
Aunque el título del libro se relaciona con Balamkú, los poemas abarcan otros lugares sagrados y mí(s)ticos mayas como Xpuhil, Becán, Chicanná, Santa Rosa Xtampak, Tohcok, Tabasqueño, Azibilnocac, Edzná, Calakmul y Hochob entre otros sitios. El estilo de Xánath es humilde, natural y detallista en cuanto a su minuciosidad descriptiva. Los versos se edifican sobre imágenes sonoras que forman un mundo que vibra en movimiento rítmico. Los simbolismos sonoros funcionan como puertos que llevan la voz lírica a posicionarse en el espacio y el tiempo de los diferentes lugares sagrados que dejaron una mancha indeleble en la historia maya. El poemario se convierte así en una geodesia y un mapa historiográfico que trata de repensar la historia y topografía mesoamericana en general y maya en particular.
Los poemas de Xánath Caraza al igual que los trabajos de los arqueólogos que destapan el mundo olvidado maya, son empresas descolonizadoras que permiten restablecer la dignidad de la civilización indígena y fortalecer la unidad nacional dentro de la diversidad étnico-cultural. Las civilizaciones nativas en México como en Latinoamérica han sido olvidadas, ignoradas, silenciadas y/o estereotipadas por siglos. Aunque públicamente los discursos dominantes se sienten orgullosos del pasado prehispánico, no hay una verdadera política social o educativa para abrazar, difundir e incorporar los vestigios de la civilización indígena en la conciencia nacional. Parece que la élite y los políticos latinoamericanos usan las civilizaciones prehispánicas cuando les convienen y para sus intereses políticos mientras los nativos o descendientes de estos mismos pueblos ancestrales se pudren en el calabozo de la miseria. Me pregunto: ¿Por qué los dirigentes latinoamericanos se apropian de los héroes míticos mayas, aztecas o incas cuando los indígenas, descendientes de los mismos héroes son menospreciados, racializados y estereotipados en la sociedad? ¿por qué enorgullecerse de las pirámides prehispánicas cuando los indígenas no tienen techo, ropa ni agua potable?
El poemario Balamkú de Xánath Caraza viene a propósito para reconstruir la historia de la civilización maya, abogar por la restauración del indigenismo en el imaginario nacional y reafirmar el papel importante de las tradiciones y de los pueblos autóctonos en la construcción y desarrollo de la nación. Los rugidos del jaguar, Balám, no son solamente un símbolo del despertar del pasado sino una llamada para el desarrollo concreto de los pueblos originarios.
Alain Lawo-Sukam Ph.D.
Associate Professor of Hispanic and Africana studies
Department of Hispanic Studies
Africana Studies program
Texas A&M University
[1] Carpentier Alejo. Los pasos perdidos, México D.F.: E.D.I.A.P.S.A. 1953.
[2] Kathleen, Stewart. “Nostalgia-A Polemic”. Cultural Anthropology 3.3 (1998): 227-241.
[3] Wole Soyinka. The Burden of Memory: The Muse of Forgiveness. Oxford: Oxford UP, 1999.