Haber leído Corta la piel de Xánath Caraza es reflexionar sobre el sentido de la vida. Viajamos por diferentes estados de la protagonista, Violeta, inmigrante que vive en los Estados Unidos de origen salvadoreño, escritora y viajera.
Se disfruta la lectura por la interconexión de las pequeñas prosas poéticas en las que la autora nos muestra la historia de Violeta. Lleva a cuestas un pasado de abuso por los hombres de su vida, comenzando por “el peor de todos,” su padre y el reciente recuerdo de “Pedro”, quien no supo valorarla. Podríamos tomar esta narración como el primer nivel, el más íntimo, el de la guerra interna, “la personal, la que no la dejaba respirar ni seguir viviendo” (Corta la piel, 53). El segundo nivel, son los temas sociales presentes que nos hacen reflexionar de cómo el mundo se desarrolla en la sin razón, en lo insensibles que nuestros días pueden ser. La protagonista y escritora, nos recuerda que en este nivel social también se produce un corte no superficial, una herida que nos sangra profundo. Así en la viñeta de “Corta la piel”, la protagonista nos dice que “El mundo está de cabeza. Ya los pájaros no distinguen entre el metal y la madera” (39). Esto se conecta con la noticia de la cancelación del estado de protección ofrecida a refugiados hondureños en los Estados Unidos, y que previamente había sido cancelada a los salvadoreños. La tendencia del mundo al revés en cuanto al comportamiento social se ve en la historia “43” que hace referencia al asesinato de cuarentitrés estudiantes de Ayotzinapa en el estado de Guerrero, México el 26 de septiembre del 2014. La protagonista siente ser uno de esos estudiantes acribillados y nos da la imagen de la podredumbre, “la bilis, sangre y moscas” (45), de los cuerpos amontonados bajo el sol calcinante. Es sobrecogedor leer en “Nuestros niños” aquel reclamo que hace Violeta sobre la desaparición de estos, los que han perecido en guerras, siendo ella una sobreviviente o los que murieron al ser separados de sus familias, porque es la pérdida del futuro. No es solo un reclamo que muestra el desconsuelo de los padres o de aquellos niños sobrevivientes que ahora son adultos; sino también la indignación ante el comportamiento humano y lo absurdo que puede llegar a ser. Indignante como lo que siente sobre el racismo y su fundamento en la ignorancia que crea violencia entre humanos. Así nos dice en “La pérdida”: “Sólo los más sádicos se excitan con la violencia. Hay que estar enfermo para disfrutar de la vida de esta manera.” (71). En “Nacimiento,” Violeta muestra también su desaprobación por el pasado histórico y la violencia ejercida en el encuentro y la colonización de la América Hispana, mientras visita el monasterio de la Rábida en Palos de la Frontera, España. Como se ha mencionado, el nivel de reflexión social en la protagonista está presente y nos invita a sensibilizarnos para ver la dimensión más amplia y zafarnos de la burbuja o niebla que nos enceguece.
El tercer nivel puede ser considerado como el filosófico, el planteamiento conflictivo de lo existencial y lo absurdo de las cosas, que encierra a los dos primeros niveles. Está relacionado con la búsqueda del sentido de la vida en términos de Albert Camus, es decir, una repetición de comportamientos sin sentido con el único significado que el que la persona le dé. Violeta alivia la carga atormentadora de su pasado a través de la escritura y los viajes para cambiar “esa energía negativa que la estaba asfixiando” (59). De otro lado la existencia de los absurdos sociales, mencionados por la protagonista, seguirán en la medida en que no exista una revolución o protesta de la sociedad por cambiar. Podríamos decir en palabras de Camus,
“[el] esfuerzo mismo para llegar a las cimas basta para llenar un corazón de hombre. Hay que imaginarse a Sísifo dichoso.” A su vez, para llegar a este estado de cambio se requiere de la soledad (entendida como espacio y tiempo para reflexionar), la libertad y la diversidad que son aspectos que también vemos en las diferentes imágenes ofrecidas por Caraza en su libro.
Resalto tres aspectos que la autora desarrolla: a) Las imágenes ricas y poderosas en las que expresa soledad, libertad y diversidad; b) la búsqueda del sentido de la vida con el objetivo de aliviar la carga de la desilusión producida por la violencia y el desamor en diferentes momentos de la protagonista; y c) la escritura y viajes como guía de crecimiento y cambio.
El primer aspecto, en cuanto a la riqueza de imágenes, contiene la nostalgia y la soledad de Violeta, a través del silbido del tren o el tren mismo que le hacen recordar su salida de El Salvador. Nueva York, la inmensidad del río Hudson, marzo, el viento y el frío son imágenes que constantemente son retratadas como imágenes de la soledad y el pasado y que sirven para motivar a la escritora a reflexionar y hacer un cambio. Ante el espíritu inquieto y creativo se contrapone la niebla que enfatiza el desencanto. El padre, Pedro, Sísifo, la espada en la Rábida son imágenes de lo absurdo, de la repetición absurda de la violencia, de la inseguridad y de los miedos.
Como contraparte tenemos la ternura, el matzo brei que su amiga Golda le enseñó a preparar, el café de Lisboa, Pessoa, los azulejos, el shopping mall y demás lugares que visita y describe. Son elementos que influyen en la libertad de la escritora, alimentan su creatividad para continuar y así mismo nos invita a disfrutar de la diversidad que experimenta en su relación con personas y lugares. Así dentro del frío de marzo que hay en Nueva York tenemos la memoria cálida, de su amiga Golda, que le enseñó a preparar matzo brei, un plato de origen judío hecho por muchas familias judías americanas en Nueva York. Nos habla de la estatua del poeta portugués Fernando Pessoa en el café “A brasileira” cerca del Convento del Carmen (Igreja do Carmo) con sus arcos góticos. Ciertamente, mencionar su experiencia en Palos de la Frontera en Huelva, España es un momento importante por lo histórico del lugar y a su vez invita a la reflexión sobre los acontecimientos y personas que intervinieron en los años finales del siglo XV y que cambiaron la concepción del mundo tanto para europeos como para americanos. Finalmente Atenas es el destino final del viaje y al mismo tiempo una experiencia catártica por la que en la historia “Delfos” recibe la respuesta de aquella búsqueda: “Conócete a ti mismo”(143).
En el segundo aspecto, Violeta va encontrando el sentido de la vida al observar las cosas que están a su alrededor en su constante viaje. La protagonista valora las cosas simples, los placeres y las decepciones. El pasado puede ser doloroso; sin embargo, la conexión que experimenta en los lugares que visita va curando heridas y a su vez renueva su esperanza y extiende la vida. En otro lugar, en otro tiempo alguien más experimentará un proceso parecido como el que se ve en “Hojas sueltas” en el que el dedo sangra, “una hoja de papel, como el filo de una navaja, ha cortado profundamente la piel de la escritora.” (161)
El tercer aspecto abarca la escritura y los viajes que hace la protagonista, que sirven como elementos de crecimiento intelectual y espiritual. Vemos un lenguaje poético en la prosa de Caraza, donde fluyen las imágenes, la musicalidad, el ritmo y lo romántico. Un ejemplo de ello lo vemos en “Soy tuya.” Las imágenes, la música son fluidas o líquidas como la misma autora representa en la siguiente línea: “Jade líquido de este río imaginario, cauce lento que nace del corazón de la tierra” (99). Es historia poderosa en la cual Caraza usa toda su sensibilidad y cuidado estilístico cuyo final es un canto y devoción a lo poético: “Poesía, soy tuya…Nace la noche y el crepúsculo llora el último rayo de luz”. Por supuesto, otro ejemplo, de este carácter musical y romántico lo tenemos en “La hora de las golondrinas” como un tributo al poeta Adolfo Bécquer, pero añade el sello característico de la autora que hemos visto en otros trabajos como el uso de la lluvia y la obsidiana. Más de esta musicalidad la vemos en “El fado,” que se presenta como una referencia que hace Violeta a una tradición portuguesa de canción melancólica. La música, el ritmo y la relación amorosa confluyen en dos líneas en “Aixa” que en lo corto de sus frases encierra la complejidad de las relaciones humanas, complementándose con la viñeta “Amor en llamas” en la que señala la pasión de la vida, la fuerza interpretativa del arte, la energía de la bailadora de Flamenco en el tablado como alegoría de la vida al ritmo de “la guitarra [que] se rasgaba con sus pasos de lumbre.” [Es la vida] “una poesía en movimiento, amor en llamas” (129).
La escritura es un proceso que regenera a la protagonista y su contenido motiva al lector a crecer en conocimiento también. Hay varios elementos que la autora pone en sus viñetas poéticas en las que invita a los lectores a buscar información, como una guía turística, incluyendo referencias históricas, políticas, filosóficas y culinarias. El viaje nos transporta desde Nueva York, Estados Unidos hasta Atenas, Grecia, pasando por Lisboa y Oporto en Portugal, así como por Huelva, Sevilla, Granada y Avilés en España. Acompañamos a la escritora, Violeta, en sus encuentros y desencuentros, en sus aciertos y desaciertos, en sus ideas definidas y en sus ediciones escritas. A través de la escritura, acompañamos a la protagonista en sus facetas: la niña maltratada, la mujer inmigrante adaptándose a una nueva atmósfera, la mujer escritora que denuncia las injusticias, la viajera. Así por ejemplo “Vida paralela” nos muestra a la mujer “que escribe sin parar” (155). Es la mujer cuya libertad expresa a través de la escritura, imaginando, creando y denunciando. Violeta busca alivio en sacar todo aquello que ha reprimido y lo comparte con sus lectores. El futuro es incierto, pero la vida misma nos pone en un viaje constante, de lucha y escritura para contrarrestar ‘el viento glacial’ que corta la piel.
Para concluir, Corta la piel de Xánath Caraza es un libro que nos recuerda que la vida no es ni debe ser estática, pasiva ni repetitiva. Las heridas se lavan, se tratan y se dejan curar. Dejan huella y, sin embargo, aquellas heridas ayudan a aprender del pasado, a apreciar el presente y a enfrentar el futuro con más entereza. El libro de Caraza, nos ofrece una guía que recrea al espíritu y estimula la curiosidad por conocer de las abundantes referencias que la protagonista nos ofrece. Denuncia la injusticia, resalta la libertad y nos hace valorar las cosas que nos rodean, aprendemos de ellas y forman parte de nuestra forma de ser. Lo poético de su prosa, la belleza de imágenes y lo trascendental de su mensaje hacen de su lectura una muy grata experiencia.
Corta la piel / It Pierces the Skin (FlowerSong Press, 2020)
Biografía
Abogado peruano y Profesor Asociado del Departamento de Español de University of North Georgia. Ha participado en la publicación de Alejo Carpentier ante la crítica, Caracas: Monte Ávila 2005, con el artículo “Alejo Carpentier y el hombre fronterizo: una constante en el Reino de este mundo”, Publicó «Nación, identidad y frontera en la prosa de Clorinda Matto de Turner» en Tinta Expresa (2015). Publicó su poemario «Claroscuro,» en Lima, 2010 y la versión en español/inglés en Chicago, 2014. Considerado en dos antologías poéticas en España y Rumanía. Tiene poemas traducidos al rumano y poemas publicados en inglés para Stonepile Writer’s Anthology con la University of North Georgia Press así como poemas, artículos y entrevistas en revistas y páginas digitales norteamericanas, latinoamericanas y españolas. En 2018 ha publicado su libro Mujer, nación y progreso en el discurso del exilio de Clorinda Matto de Turner y Juana Manuela Gorriti. Sus temas de investigación abarcan diferentes áreas entre los cuales se encuentran el género, la identidad, la nación, las fronteras y el poder.