De entre todos los autores que he leído, Alessandro Baricco es el que más cerca está de mi literatura. Cuando abro uno de sus libros, es como si abriese uno de los míos.
Todavía no he leído toda su obra. Voy poco a poco. Uno por año. Para poder paladear cada historia sin el recuerdo de la anterior. Hasta ahora, prefiero sus novelas cortas.
Tres veces al amanecer, Sin sangre, Emaús, Seda. Cuatro obras maestras. Las largas que he leído (Tierras de cristal, Océano mar, Esta historia y City) me gustan pero menos.
A decir verdad, si yo fuera Baricco, cogería estas largas y las acortaría. Les pegaría una buena podada y las reeditaría. City, por ejemplo, ganaría mucho con un tercio menos.
City es genial. Pero. Las últimas cuarenta y cuatro palabras sobran. La frase que va delante de estas cuarenta y cuatro palabras es demasiado buena. Después de una frase así no se puede seguir escribiendo.
No sé por qué siguió escribiendo. Hay que leer el libro para entenderlo. Aunque quizás algunos no lo entenderían. Como la frase por si sola no revela nada, la transcribiré.
Es la temporada: en invierno, cagan que da gusto —nos dijo Poomerang.
He leído por ahí que el editor de Baricco quería arreglar la novela. Alessandro no le dejó. Puede permitírselo. Si yo vendiera lo que él, tampoco le haría ningún caso a mi editor.
City tiene momentos sublimes. Shatzy es un personaje del que te enamoras. Aunque creo que Baricco no se enamoró de esta chica. No sé. Quizá se enfadaron. Algo pasó.
La novela es un puzle maravilloso. Se habla de futbol como nunca se ha hablado. Se habla de boxeo como nunca se ha hablado. Se habla un poco de todo como solo Baricco sabe hacerlo.
Digo que algo pasó con Shatzy porque yo la hubiera incluido en esa frase final. Es la temporada: en invierno, cagan que da gusto —nos dijo Poomerang, y justo en ese momento vi a Shatzy doblando la esquina.
Alessandro Baricco no va a leer esto. Es una pena, porque estaría bien que lo leyera. Y que dijese algo. Que nos hablara de Shatzy. Del problema que tuvieron. De su ruptura.
El año que viene volveré a hablar de Baricco. Sí, recomiendo City. Todo lo de Baricco es recomendable. Hay magia en sus historias. En cuanto a la cubierta de Anagrama: mejor no digo nada.