¿Quién es Lea?
Lea es poeta, artista y académica. En el ámbito académico, Lea es profesora Titular. Se ha especializado en Comunicación política, Derecho constitucional de la UE, Gobernanza global, Política comparada, Relaciones internacionales. Ha sido profesora visitante en prestigiosas universidades y centros dentro de Europa y Estados Unidos-EUI (Florencia), ULB (Bruselas), CRIE (Siena), MAX Planck (Heidelberg), Loyola U. (US), Berkeley U. (US), NYU, Columbia U. (US), etc. Lea habla cuatro lenguas extranjeras, además de su español nativo. Actualmente, Lea se dedica al estudio de las formas alternativas de democracia, derechos humanos, humor político, campañas y procesos electorales, el medio ambiente.
Con respecto a sus logros y sus aspiraciones creativas, Lea pinta, toca el piano y escribe poesía y ficción desde que era una niña. Lea ya ha publicado dos libros de poesía, y sus poemas han sido recogidos en revistas literarias como “And Then”, “The Independent Literary Review, “Contemporary Literary Horizon”, entre otras. Ha participado en recitales y eventos literarios en la librería McNally Jackson, la biblioteca pública de Nueva York, el club de poesía Bowery, el Poetry Project NYC y el Festival de poesía de NYC. También es activista comprometida y ha presentado contribuciones en conferencias como el Left Forum, Transatlantic, New School, defendiendo el papel que desempeñan las artes en los sistemas democráticos y desarrollando la noción de «democracia creativa».
¿Quién te acerca a la lectura en tu niñez?
Mi padre me acercó a la lectura en mi niñez. Él fue quien me enseñó a leer y juntos disfrutamos de los Cuentos de Oscar Wilde, El Principito, Platero y yo, entre otros. Deseo destacar que mis progenitores son ávidos lectores, de modo que crecí rodeada de libros. En casa hay una ingente biblioteca de autores hispanos, europeos, estadounidenses y asiáticos que no deja de crecer, y que yo también he nutrido con mis adquisiciones.
Asimismo, en el colegio tuve unos profesores entrañables, con vocación y bien formados, que me enseñaron a la vez que me inculcaron la pasión por la literatura.
Recuerdo especialmente los meses de las vacaciones estivales en la playa. Dedicaba muchas horas a la lectura. A la edad de 12 años ya había consumado la mayor parte de los clásicos.
¿Cuándo descubres la poesía y la haces parte de tu vida?
La poesía la descubro también a una edad temprana, de la mano de mi padre y de mis profesores del colegio y del instituto. Puedo afirmar que siempre ha formado parte de mi vida, no sólo como lectora, sino también como escritora. A este respecto, subrayo que comencé a escribir poesía y ficción desde niña durante esos veranos junto a las aguas del Mediterráneo que parecían tan largos.
En el instituto tuve un eminente profesor de Literatura con el que recorrimos el verso español y europeo. Mi padre me introdujo a los poetas americanos: Walt Whitman, Emily Dickinson, E. E. Cummings… Por otra parte, mis viajes académicos por todo el globo han enriquecido mi conocimiento de nuevos autores y de su obra e influencias culturales.
La poesía forma parte de mi vida cotidiana. No hay día que no lea poemas o escriba algún verso. Igualmente, participo en recitales y festivales con frecuencia y acudo a numerosos eventos literarios y culturales.
De igual modo, en la aulas transmito a los estudiantes la importancia de la poesía, y de la literatura en general, no sólo por la belleza contenida en un poema o una novela, sino especialmente porque esos ratos pasados con un libro en las manos forjarán un valioso mundo interior, suerte de refugio en las distintas facetas de la vida.
¿Qué más quisieras compartir con los lectores de Revista Literaria Monolito?
Desearía animarlos en el hábito de la lectura. Decía Miguel de Cervantes que “el que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho”. En efecto, la lectura aumenta nuestro conocimiento, expande nuestros horizontes, nos permite conocer realidades ajenas, otros entornos, lugares geográficos y culturas, también conectar con el otro, a través de las experiencias compartidas que en numerosas ocasiones son comunes. En suma, la lectura alimenta nuestra inspiración, imaginación, y contribuye a que seamos mejores personas.
Lea, gracias por compartir algunos de tus poemas.
Griselda, Mariposa de Ensueño
para mi sobrinita
Parece como si no pertenecieras a este mundo
Ángel de la mañana, mariposilla de ensueño
Que revoloteas, te encumbras hasta el Rey Sol
Y regresas bendecida con sus dones
Tus alas de oro disipan la oscuridad y la tristeza
Rosa nívea de tez pálida
Se extiende la escarcha anacarada
Sobre los páramos desnudos, el horizonte añil
Paisaje invernal inmaculado
Como tu ser delicado, tan puro
Los ojos transparentes, llenos de vida
Espejos de hortensias azuladas
Arroyo de agua limpia, intacta
Donde calman su sed las almas aletargadas
Resuenan las risas en la casa,
Sonidos alborotados de juguetes, tus pasos menudos
Y algo renace en mi corazón cansado,
Que hoy late con un pulso nuevo, alado
Parece que hubieras cambiado mi mundo
Otrora taciturno, cautivo
Mariposilla de luz, paz y esperanza:
Refulge con un tenue fulgor mi existencia
Sencilla, pequeña, bordada de sueños
LA MADRE
El oro en su cabello, en su corazón
Como el Sol
Brilla, calienta y otorga vida
La Pasión y la Fe corren por sus venas
Diosa Guerrera capaz de materializar
Visiones y Epifanías
Ideales que prevalecen
Sobre la actividad mundana y las motivaciones espúreas
Y la enaltecen, la hacen ascender a un santuario poderoso
Elevado, construido sobre hierro noble y sólido
Reina Madre capaz de proteger, defender si es necesario
Su hogar sagrado
Instinto de supervivencia, determinación innata
La madre traspasará cualquier muro u obstáculo
El mar en sus ojos, en sus pensamientos y memorias
La estación eterna ha llegado
Florece el espíritu del niño en su interior
Los veleros navegan las aguas claras, transparentes
Transportan en jarras frágiles
El elixir de la alegría y el heroísmo
Mientras la madre duerme
Las ninfas alborozadas derraman el elixir vivificador
En su alma gloriosa
NICARAGUA SE ALZA
“ Se despereza el anhelo dorado
Al despuntar el alba
De una tierra espléndida de progreso y oportunidades
Que contempla el cielo compasivo y se eleva
Como un niño henchido de ilusión, obstinado
Que tropieza y se empeña en levantarse.
Esos bosques de pinos, cedros, caobas, quebrachos y guayacanes
Albergan Belleza, riqueza, prosperidad
Cual manantial de agua que no se agota
Y otorga vida y abundancia
Bosques que acogen las manos magulladas de los campesinos
Las voces de los estudiantes alentando un sueño, un ideal
El velo de las armas se desvanece
Se atisba el sesgo de miradas que imploran
Unión, perdón, reconciliación
Tras décadas de caminar a tientas entre el estruendo de los fusiles,
La pólvora, la angustia, el dolor bermejo, sangriento
Los juguetes letales de acero duermen sepultados para siempre
En las ciudades y aldeas las gentes marchan
Por la senda de los héroes
Entonando cánticos sobre las palabras, el diálogo,
El sentido de Nación, el destino compartido…
Nicaragua se alza, renace, perdura”.