Los fantasmas no desaparecían, permanecían. Era la mañana del domingo primero de julio y todavía estaban ahí. Día de elecciones, y como se dice trillada, pero acertadamente, quedaba en cada ciudadano participar en ellas ejerciendo su derecho al voto.
Eran las ocho de la mañana y las casillas comenzaron a dar vida al proceso por la presidencia nacional, en las ordinarias las filas eran generosas, en cambio, las especiales, se encontraban a reventar.
La jornada transcurrió sin contratiempos. Razón por la cual, sin afán lastimoso pregunté a cada conocido o amigo sobre su voto, casi todos respondieron AMLO.
El resto del día lucía singular, los fantasmas, esos recuerdos, inciertos pero poderosos, amenazantes, traían las memorias del fraude, el poder del sistema, la mafia tantas veces señalada. Surgieron videos, boletas firmadas, casillas vulneradas: los fantasmas se hacían cada vez más fuertes; pero a las dieciocho horas todo cambió. La atmósfera cambió, se sentía diferente, ¿aires de renovación?, ¿capaces de llevarse a los fantasmas?
En la noche del domingo ocurrió lo impensable; cerca de las veinte horas, Jose Antonio Meade [Mid] aceptaba la victoria de AMLO; más tarde el candidato Ricardo Anaya [“Canayin”] hizo lo mismo; El Bronco (Jaime Heliodoro Rodríguez Calderón) aceptó la tendencia, pero también decidió terminar el proceso.
Para ese momento, tanto Enrique Peña Nieto como Donald Trump felicitaban al ganador (no virtual, sino ganador) AMLO.
Antes de la media noche, no sólo había ganador, sino que los fantasmas parecían desaparecidos. Los aires de renovación se los habían llevado.
El resultado fue increíble: los números no engañan -sólo a veces-, una muestra de ello es esto:
De acuerdo al sistema PREP (INE, 2018), se obtuvieron los siguientes datos:
Porcentaje de participación ciudadana: 63.4497%, es decir, aproximadamente 89.1 millones de mexicanos. Lo que reflejó lo visto en las casillas, un gran número de votantes.
Otros datos determinantes fueron los votos obtenidos por candidato: AMLO, 52. 9600% [24,177,451]; Ricardo Anaya, 22,4982% [10,249,705]; Meade, 16.4020% [7,472,431] y, El Bronco, 05.1350% [2,339,431].
Lo increíble de estas elecciones fue que el candidato ganador superó a todos los demás contendientes aun si sumaban sus votos. Incluso superó el espectro del cincuenta por ciento, algo que lo legitima en término de participación ciudadana, aunque cabe reconocer que, en términos globales, todavía quedó un resto de población que no pudo emitir su voto.
Números, siempre números
Más datos importantes fueron los correspondientes a los votos obtenidos por partido político -MORENA es ganador indiscutible-:
MORENA – 20,229,314
PAN- 8,131,341
PRI- 6,157,156
PT- 2,675,342
PRD – 1,307,665
ES – 1, 222,795
PV – 822,160
MC- 810,699
NA- 493,115
MORENA [20, 229314] pudo haber rivalizado con el resto de los ocho partidos [21,620,273, si no me equivoco]. De igual forma no deja de sorprender que el Partido del Trabajo superó al PRD y al Partido Verde. Incluso el PT superó al total de votos por El Bronco.
El ensueño no se detuvo ahí, los resultados en senadurías fueron los siguientes: 23 para la ALIANZA MORENA – PT- ES. En diputaciones se llevaron 210. No deja de sorprender.
Antes de las doce de la noche, AMLO daba su discurso ganador: reconciliación nacional, fue su mensaje final. El dólar perdía algunos centavos.
Balance entre lo bueno y lo malo
Lo Bueno
- La participación ciudadana, numerosa.
- Un momento de tranquilidad, tras la victoria, pues no se buscó la persecución política.
- Los candidatos aceptaron la derrota y legitimaron la victoria del ganador.
- El dólar bajó, por un instante.
- La actitud de los perdedores.
Lo Malo
- La desinformación ciudadana. Algunos eventos fueron tildados de corrupción, cuando en realidad consistieron en medidas de seguridad.
- La desinformación ciudadana (otra vez). Tratándose de las casillas especiales, se reclamó el número limitado de boletas, cuando en realidad, el cometido de dichas no es el acopio masivo. Existen boletas para todos los registrados, en sus respectivas casillas.
- El aparente rumor de pacto entre el gobierno actual y AMLO. La victoria apresurada dejó la espina de que en efecto el acuerdo de victoria fue un hecho.
- El dólar continuó su tendencia ascendente.
- La actitud de los ganadores.
Y cuando desperté, AMLO seguía ahí
La nación despertó con la consolidación victoriosa. Los fantasmas se marcharon. Los recuerdos amargos del 89, el 2000 y 2012, desparecieron. Ahora sólo queda esperar, dejar que el presidente electo y su facción parlamentaria hagan su trabajo y, en caso de errar en la confianza del pueblo, reclamar, cuestión que indiscutiblemente debemos ejercer los ciudadanos en cada momento.
Lo que debemos preguntarnos
¿Los fantasmas se marcharon? ¿una nueva era?
Fuentes Consultadas:
(INE), Instituto Nacional Electoral. Sistema PREP, resultados preliminares de elecciones federales. 1 de julio de 2018. Último corte: 21:00 horas (UTC-5), Tiempo del centro, 02 de julio de 2018l. Obtenido de: https://p2018.ine.mx/#/presidencia/nacional/1/1/1/1. (último acceso: 3 de julio de 2018).
Hernández, Leopoldo. «Reconoce Meade triunfo de López Obrador.» EL Economista, 1 de julio de 2018. Obtenido de: https://www.eleconomista.com.mx/politica/Reconoce-Meade-triunfo-de-Lopez-Obrador-20180701-0219.html (último acceso: 3 de julio de 2018).
Mendoza, Escamilla Viridiana. «Anaya también reconoce victoria de López Obrador.» Forbes México, 1 de julio de 2018. Obtenido de: https://www.forbes.com.mx/anaya-tambien-reconoce-victoria-de-lopez-obrador/ (último acceso: 3 de julio de 2018).