En días pasados se dio a conocer la singular alianza entre el Instituto Nacional Electoral de México y la red social por antonomasia, Facebook. Pacto que aparece para hacer frente a las “Fake News”, noticias falsas, que abundan en internet, durante las elecciones presidenciales próximas.
Resulta interesante que la unión entre estas dos entidades (ok), propugne por una visión clara en tiempos electorales. Sin embargo, la alianza en papel sigue siendo un secreto (confidencial con restricciones de divulgación). Seguramente se dará a conocer después de las elecciones, ya que no tenga efecto mediático. Contradicción, sí, pero bajo la premisa de Seguridad Nacional o Paz Pública, todo es válido, incluso el secretismo para promover la transparencia.
La coalición INE-Facebook es un paso para regular el espacio cibernético. También es un paso más para centralizarlo. Denota, importancia en la elección, porque nada queda a lo aleatorio, no Twitter, no Facebook, pues sin dudas en éste es donde se concentran las masas, el populum, donde las campañas electorales encuentran mayor empuje (véase caso Barack Obama). Aunque es muy probable que más adelante veamos esquemas similares con Google y Twitter.
Surge, aunado, una duda, de si Facebook estará a disposición del INE o viceversa, si ambos poseen un interés en común, o será totalmente imparcial la cuestión. Claro, no deja de asombrar que una organización de origen norteamericano se inmiscuya en elecciones nacionales (y nosotros quejándonos de los rusos). Aunque eso si, por la vía institucional.
De la alianza pueden surgir muchas virtudes: El robo de identidad puede encontrar un obstáculo; el combate a las “Fake News” no sólo en temporadas electorales, sino en todo tiempo, pueden otorgar cierta certeza al espacio cibernético. Ahora bien, también puede derivar en cuestiones viciosas: un sistema más estricto que vulnere la libertad de expresión, manipulación de información, favorecer a un candidato, en fin, un amplio panorama.
Pese a ello, no cabe duda de que la regulación formal o semi-formal de las redes sociales está para quedarse. Hoy en día Google pone un pie de página a todas las imágenes que aparecen en el buscador, que dice “Es posible que las imágenes estén sujetas a derechos de autor”. Mientras que en Twitter ya comienza la lucha por preservar la autoría de los twitts.
Empero, en el caso de la coalición INE – Facebook, no deja de sorprenderme que pretendan promover la transparencia con la confidencialidad con restricciones de divulgación, al no publicar en totalidad el famoso convenio.