El pasado de Xilitla
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Sobre la obra
“El pasado de Xilitla” es un capítulo de un viaje que realizé a San Luis Potosí en enero de este año. El título de la serie alude a la población de la tercera edad en el pueblo mágico.
Se les ve por todas partes, en su gran mayoría, trabajando. A pesar de ser un sector que supera el diez por ciento de la población del estado es uno de los más descuidados (¿o abandonados?). Al no contar con una pensión suficiente o con desendencia que cuide de ellos, los ancianos de la zona se encuentran trabajando en las calles, ya sea en las plazas o como vendedores ambulantes. La forma de vida que llevan los ha hecho muy resistentes físicamente, de otra forma no podrían soportar las jornadas que realizan, algunos caminan kilometros desde otros pueblos o hacen viajes incómodos en transportes de otros habitantes para llegar a vender sus productos a Xilitla. Durante la temporada alta, muchas veces se ven obligados a malbaratar su mercancia frente a un turismo implacable y a veces inconsciente. Cansancio, incertidumbre y nostalgia. Fue lo que ví en las miradas de vendedores de comida, artesanas, ganaderos y algunos guías turísticos.
No obstante, nunca conocí gente tan amigable y tan hospitalaria. En cuanto entablaba una plática con alguno pude notar que además de servicios y apoyo económico, los ancianos necesitan alternativas de recreación. El trato que me dieron fue como el de un amigo que no se ha visto hace tiempo, o el de una abuela que se preocupa por que te vayas bien comido. “Nos gusta que nos visiten” dijo en una ocasión la señora que me alojó durante una tormenta en Aquismón, un condado cercano a Xilitla. Asimismo explicó que la mayoría de los jóvenes de la zona se van a vivir a la ciudad en busca de mejores oportunidades pero que a veces no regresan, dejando solas a personas que no se sienten cómodos fuera de casa.
Es fácil llegar a conocer bien a los ancianos de esta región, y a la gente en general que disfruta compartir su vida y que día a día se aferra a sus costumbres y principios para no caer en el olvido, que sería la muerte verdadera.
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Semblanza:
Mi nombre es Ulises Rancaño. Soy estudiante de Ciencias de la Comunicación con aspiraciónes de periodismo visual. Tengo 21 años. Nací en la ciudad de Puebla pero mi vida se ha moldeado en el norte; vivo en Saltillo Coahuila.Además, trabajo con el área de investigación y audiovisual del Museo de las Aves de México. Básicamente recolecto información y tómo fotografías para una publicación del mismo. Me gustan casi todas las caras de la fotografía. En los dos años que llevo practicándola, he hecho sesiones de moda, espiado muchas aves y archivado los aspectos más distintivos (para mí) de los lugares que he visitado.