16 de trece
Se ha dejado trece versos en el quicio de la Luna.
No comprende una palabra si le hablan del destino.
Caminar a la deriva, resurgir del desatino;
siempre fueron los caminos a pactar con la fortuna.
As de picas que no teme ni a gigantes ni a molinos.
Sol de octubre que desprende cierto aire de locura.
Silba tangos a las sombras que se abrazan en el vino,
con más lache que maneras de vivir en una duda.
Percutida en el silencio se transporta hacia el sonido,
una pura y categórica versión de sus Medeas,
recogiendo cada viento que despinte la marea;
evitando que se pierda en la mitad de sus maullidos.
Se derrite en esas bocas donde todo lo sabido;
hace un mutis por la borda cuando nace alguna idea.
Ha firmado con mi pluma más sonetos que el olvido;
y aunque viaje en lo que escribo, hoy no quiero que me crea.
Encontrarte en la Poesía
He vendido los renglones que me rompen la escalera
Por los versos que me visten cada día
Hace tiempo que no hacia malabares
Ni corría por el medio de las vías
Ahora duermo donde acaban las fronteras
Donde ser parte del viento significa rebeldía
Donde dicen que las luces de los bares
No se apagan si la Luna desconfía
Donde vuelven a escaparse mis manías
Donde nadie sufre yugo ni banderas
Donde guardo bajo llave las maneras
Que me quedan de encontrarte en la poesía
Tan solo Caminar
Caminamos con arena en los zapatos
Aún crecemos con más palos que caricias
Sin embargo no nos falta la pericia
Para hacer de nuestra vida un alegato
No nos quedan más compadres que los gatos
Mas razón que la que brilla por su ausencia
Somos humo y tinta loca ante la audiencia
Donde siempre fuimos justos en el trato
Defendemos por bandera un garabato
Pues jamás se hicieron nuestras las fronteras
Aunque muera nuestra boca por sincera
Nunca irá la Libertad bajo contrato