Hoy hace un viento verde,
tengo la nuca despejada
y el sol me seca las uñas.
Recurro a tus palabras
creciendo en la maleza,
las trato de seguir
en un camino sin demasiadas curvas
o torcido
pero este bochorno de día manso como oruga
no logra combatir tu brisa.
Desembocas en mi resequedad
con la tarde repleta de tu sombra,
hoy el aire tiene vocación de ti
y ver el cielo no anulará tu inmensidad de lirio.
***
Las ventanas de los transportes tienen la tendencia a empañarse.
Sucede lo mismo con la mala memoria y la desnudez.
Entre la calle y la banqueta hay una brecha que une,
por una singular disposición del azar,
a un par de papeles rotos, un edifico y el cielo.
El agua araña el vidrio de las casas tratando de entrar.
Luces parpadean con los ojos rojísimos y llorosos
porque tienen un rastro de tierra
que tratan, e insisten, en quitarse.
Desde esta esquina de la ciudad me llegan deformadas las siluetas.
Sucede lo mismo con la mala memoria y el humo.
Hinchan su azul los ladridos de la noche.
Afuera una amenaza de espuma
y un charco donde se nos enlodan
el sonido del semáforo
y no saber el por qué decir tan poco.
Semblanza:
Ivana Melgoza ha publicado poemas sueltos en La Rabia de Axolotl, Digo.Palabra.TXT, el Artistario de Morelos, entre otros. Publicó el poemario Gestos (Fondo Editorial de Morelos, 2017), ha sido becaria de la Fundación para las Letras Mexicanas en el curso de creación literaria Xalapa 2017, cree fervientemente que lo bailado nadie te lo quita y sus más grandes amores son Buñuel y el queso de cabra.