Poemas de Didier Rodríguez Armas

En flor de loto frente a la tumba

A Omar y su Om

 

En el valle de lápidas, tan musgo tan tumba,

destilas Ave María en Oṃ maṇi padme hūṃ,

la letanía cuelga de las hebras del día;

tu garganta radiante de mirar la eternidad,

el recinto del abuelo

invocado en la nada.

 

Una bola de energía al juntar las palmas

llamada fe.

 

Trasmigras la Virgen cincelada en el epitafio

a posición Kamala Ganesh,

el manto estelar gravita en el zacate,

como la conjetura de tu doctrina

(guadalupano-budista),

flotante ante el rigor del cadáver.

 

¿Será el rezo

la limitante entre dos?

¿Al converger dos espiritualidades,

tendrán derecho al abrazo,

a superar el dhukka y el pecado?

 

Cimbra en el santo grial un shakra,

bebe el prójimo del verbo meditar.

 

Te has sentado en loto frente a la tumba del abuelo,

y conoces, el otoño no marchita las flores de loto.

 

 

*

 

A una tal piàoliang

 

En el pecho un bonsái oprime,

acelera su crecimiento,

envuelve al corazón

con las adivinaciones del I Ching.

 

En la boca el ginseng amargo,

libera sus jugos

y enloquece la lengua

con tu frase final: xié xié.

 

En la frente un ojo de cangrejo,

reafirma, puntualiza, conoce,

tu perfil níveo, geisha.

 

Y ahora que he despertado,

no hay temazacal donde liberar

la nostalgia pekinesa;

por la nopalera la belleza de mil grullas

se fuga impasible,

pero algo es cierto,

mientras sucumba al sueño,

el brote de un bambú emergerá

de la almohada,

como una certeza apátrida.

 

 

 

Semblanza

Didier Rodríguez Armas nació en San Luis Potosí el 14 de noviembre de 1988. Desde niño se sintió entusiasmado por el desierto potosino, que lo invitaban al encuentro, no de él, sino de lo que fuera de él. A los diez años su madre le mostró sus primeros versos, dedicados a su abuelo. Sin formación, fue educando la letra en talles potosinos, y gracias a ello, obtuvo su primera mención honorífica en el concurso Punto de Partida UNAM No. 48. Vivió en Chicago donde trabajó durante 6 meses, después emigró a la Huasteca potosina donde trabajó en el IMSS-oportunidades durante un año, ahí encontró en definitiva su vocación: la poesía. Sin más, decidió embarcarse a la UNAM para perseguir a su musa. En CDMX participó durante dos años en el taller de Ricardo Yáñez, quien después lo contrataría para desarrollar su proyecto con el SNCA. En su formación académica en Lengua y Literatura Hispánicas en la FES-Acatlán UNAM, recibió mención honorífica en el concurso Piel de Cobre, también ha participado en congresos de estudiantes de Lengua y Literatura: UASLP, UNAM, BUAP, UDG, UAM. Fue becario del Festival Interfaz ISSSTE 2017 en Pachuca, Hdg. Ha publicado en Punto de partida, Morbífica, RGB, Orgasmógrafo. Actualmente radica en SLP y prepara su primer poemario.