Dios
En un principio sin principio, Dios
se pregunta: ¿Quién soy Yo?
Hace ya tiempo que está metiéndose en líos
buscando respuestas, abatido. Pero no
logra nada, comienza a soñar
con fuego, sol, agua, lagos, mares, olas,
polvo, colinas, zacate, árboles, flores,
luna, aire, viento, alas, creaturas con cola
hasta conjurar al ser humano.
Soy quienquiera que soy: aquí me detengo,
Dios se rindió. Así, dudando, rezamos
temerosos en la cueva del vacío.
La pregunta sin respuesta que tememos
interroga las paredes del espacio.
Pozo
Anocheciendo un domingo me encuentro
ojeando lo oscuro, pestañeando en el agua
bajo la impía mirada de un sol floral
presidiendo una lluvia de ofrendas
recuperando lo perdido. Como niño,
venía por campos anegados de rocío,
pisando alfombras de neblina fantasmal,
imaginando pretéritos aún tenaces
y sacerdotes con sus rituales
goteando historias sagradas,
adelantándose a las oscuras claraboyas
de nuestras cristianas creencias.
Nunca fui un buen pozo para aguas benditas,
pero recuerdos los cenotes, inclinándome,
compartiendo esta fuente
manando de la madre tierra cual risa infantil.
El Mártir
Irlanda del Norte, 1981.
La huelga de hambre
y los prisioneros políticos,
entre ellos Bobby Sands.
Me acuerdo de tus funerales
en la BBC -las caras policiales
consternadas entre chalecos antibalas,
el tropel de reporteros, las quejas
de ambulancias y los carros de bomberos
encendidos en los guetos.
Me acuerdo de unas banderas negras
a media asta sobre el cortejo serpentino
de cien mil afligidos,
y luego esa noche, en la prisión,
surgiendo horrores y flashbacks
de nuestra historia afligida,
los excrementos y vómitos de santos
pintando las paredes desnudos en sus mantas
empiojadas, profetizando más terror
mientras llovían bombas y piedras y cocteles molotov
en las calles de tu pueblo natal.
A pesar de ser un niño, reconocí la fatalidad,
las jugadas repetidas en pantallas
mostrando terribles maravillas
y las cámaras eternizando esas horas.
En cámara lenta vi a tus compañeros
levantar sus fusiles, soltar las balas
que rezaban un desafío
sobre tu concurrida tumba de mártir.
Esqueleto encarnando al pesar de tu pueblo,
A tu rodilla sin doblar,
Hijo del vecino y ejemplo;
del estado y la iglesia, el reto.
Esa noche era la hora de esparcir
los graffitis encendidos de verdades,
los murales del hambre y tu sed
anidando tu espíritu en la calle.
Enjaulado, te negaste a cantar,
tu boca agonizaba en un ah
de libertad torturada.
Testarudo, rechazaste la servidumbre
Apestosa de la historia, perseguido por el estómago vacío
de tu pueblo: del pesebre al pesar.
Arrodillado, años después en tu tumba,
te regalo unas flores enramadas,
esperando que tus torturados rumbos
no tengan que ser seguidos por nadie;
que ningún muchacho chispado de ojo negro
repita tu cinco de mayo del ochenta y uno.
En un bar, bajo tu foto,
encuadrado entre luces, como un héroe,
taciturno, perplejo, pensaré en
cómo moriste y en nada más,
peón, prisionero, diputado, cantante,
emanación de un punto ciego esparciendo luz,
mostrando tu fe invencible.
No hay amor más grande que este:
dar la vida por los amigos
dijiste al apóstol Juan, cortando así, en seco,
al insistente sacerdote que te visitaba con
el eco de tus palabras muriendo y ninguna imagen
de tu cara que no tuviera una sonrisa.
Biografía del autor:
Colin Carberry nació en Toronto y pasó sus años formativos en Lanesboro, un pueblo chico de Irlanda. Ahora vive en Linares, Nuevo León, México, con su esposa y dos hijas. Colin es el autor de tres libros de poesía: The Crossing (Bearing Press, 1998), The Green Table (Exile, 2003) y Ceasefire in Purgatory (Luna, 2007). Además es el traductor de dos poemarios de Jaime Sabines, incluyendo Poemas de Amor (Biblioasis, 2011). Su co-tradución al español de la tercera novela de Jack Harte, Arcana, fue publicado por Scotus Press (Irlanda) en 2013. Sus poemas han sido traducidos a muchos idiomas e incluidos en antologías en Europa, Norte América y Asia. Ha leído sus obras en radio y televisión, y en ferias de libros, embajadas, festivales literarios, congresos y universidades en Bosnia-Herzegovina, Canadá, Irlanda, México, Serbia, Eslovenia, y los Estados Unidos. En 2013, fundó el Congreso Internacional de Lengua y Literatura, del cual es también coordinador general. Su último libro, una traducción de un poemario del autor canadiense Bruce Meyer, A/To Linares, fue publicado por lEditorial Acento (México) en 2016.