El natural
Nací el día del entrecruzamiento entre vivos y muertos, en que ambos se acurrucan entre flores y cantos, en un entrecerrado páramo de la realidad. Escorpión de noviembre dos, ruinas que veis pruebas a las que me remito, abrí los ojos cuando otros los sellaban para su boleto de magnánima gloria. Pamplinas, dirán, no importa el ciervo por ir al cielo o al matadero, pero cuaja mi vida en ese umbral en que todo se confunde, no se sabe si se ha comenzado a desdibujar o borrar nuestra figura, se mezclan el agua, el azar y el infortunio. En un santiamén caí a esta tierra de ahuejotes y tzompantlis, espejos soterrados por los templos de la cruz, las bellas llanuras del idioma redoblado en glifos, palabras y abecedarios. Como cualquier otro, cuando regrese a la tierra alimentaré las milpas con la grasa de mis viajes, mis pocas páginas con erratas, mis casuísticas, y será mi cadáver unto fresco para los humus del inframundo. Mírame. Miro las cosas como tú: me entusiasma el pan pasado por vino, y me paro frente al mar como lo haces y lo harán los hijos de tus hijos: asombrado, temeroso y absolutamente conmovido por el hecho de ser vivo. Soy un pedazo de cera que se guarece lo mismo en la sombra que en la luz cegadora de los pocos pensamientos que se ha hecho. Me hiere en la cal de los huesos la muerte no mía, que sobrevenga en la vigilia y me entiese con su brea la muy fría, si no la de los míos u otros con aire de familia. No temo arder, me gusta tocar pelo pero ando con cuidado de que mi sangre no toque el piso y los acicates no corten mi lengua. Soy, pues, un natural del día de los muertos, escorpión del dos y como a ti, me espesa la sangre el cauce que ha tomado la Bestia, la calma chicha de esta naturaleza muerta en que han convertido nuestra casa de lagos y montañas, de piedras y agua, caseríos vacíos y con sed. Y como tú me encuentro aquí supeditado a ello, en entredicho con ese algo, con tal sed de ser águila, de ser serpiente, de sed jaguar.
Amaré
A José Gabriel Mier y familia
Construiré un barco con mis propias manos, construiré un barco con el nombre de “Amaré”. Construiré ese barco para mí y todos mis hermanos que es casi decir un pleonasmo, porque yo soy tu consabido otro, tú ese otro tan raído como vejado que soy yo, en donde cabe decir que andamos necesitados de ramos y velas, océanos de gente para navegar seamos lo que seamos y vayamos a donde vayamos. Porque simple y sencillamente todo lo que escribo es por ti (no importa quién seas ni cuándo leas esto), para ti por ser lo único en lo que creo. Ya te digo: que construiré un barco con mis propias manos, un sendo barco de velas para velar por el bien de las cosas y olvidar su compra o venta, su altísimo gravamen imposible de alcanzar. Porque queremos llanamente olas y brisas, bellos pelícanos, copas y risas: vivir como la gente que se da. Y ya basta de la usura y la vilipendiada, basta ya de la rebatinga, la cosa vulgar mercantil o bancaria. No más. Nos haremos a ese mar de gente y su enorme océano de silencios y palabras, una marea de miradas para navegar en el “Amaré”, mecidos suavemente bajo el velo infestado del firmamento, hacia el bello deseo de amarnos en calma.
Semblanza:
Antonio Calera-Grobet (México, 1974). Escritor, editor y promotor cultural. Ha sido colaborador de los más importantes diarios y revistas de México. Como editor de Mantarraya Ediciones ha publicado más de 60 títulos, en su mayoría obra primera de autores jóvenes. Como promotor ha dirigido proyectos para espacios independientes e instituciones como el Museo de la Ciudad de México, la Secretaría de Cultura del Distrito Federal, La Casa Del Lago de la UNAM y la Fundación del Centro Histórico, donde fue miembro fundador y director del centro cultural “Casa Vecina”. Es creador del proyecto de difusión cultural “La Chula. Foro Móvil”, una biblioteca rodante para la proliferación de contenidos literarios y artísticos en el territorio nacional, y desde 2005 es propietario de “Hostería La Bota”, un centro cultural-restaurante para el tráfico de ideas desde el Centro Histórico de la Ciudad de México. ha publicado, entre otros, los libros Bardo En Donostia (Poesía, 2000), En La Cúpula De Globe (Novela, 2002), Gula. De Sesos y Lengua (Ensayo, 2008), Carajo (Cuento, 2012), Zopencos (Novela, 2013), Yendo (Poesía, 2014), Sayonara (Poesía, 2015), Sobras Completas (Ensayo, 2015), Rambler (Novela, 2016), y El Paseante (Ensayo, 2016).