Heráclito llora
Heráclito llora,
melancólico devenir
que nunca pasa,
río mortal que se eterniza
Heráclito llora,
es un río de lágrimas
que predijo a la modernidad,
marginación del surrealismo
Heráclito llora,
porque esa modernidad es un río
que siempre es el mismo,
eterno retorno de lo igual
Heráclito llora,
no se defiende las leyes como muros
se levantan muros para no cumplir leyes,
esclavitud liberal
Heráclito llora,
porque los ímpetus de la injuria
no se apagan
sino que se avivan con el odio
Heráclito llora,
porque no hay ríos que cesen
el incendio del capital…
muerte del arte
Heráclito llora,
río sin devenir
el tiempo mutó en reloj
que la gente mira todo el tiempo
Heráclito llora,
porque la vida no es devenir
es implosión,
una muerte diferida
Heráclito llora,
porque la vida es máscara
un laberinto que perdió la salida
un mito hecho mercancía
Heráclito llora,
porque en tiempos modernos
se hace de la lluvia sequía,
ya no hay ríos de sueños
Heráclito llora,
depravación de las costumbres
gobierno fetichista
que el pueblo mismo elige
Heráclito llora,
ya casi nada proviene del fuego
las cosas se resuelven a golpes
y no con las llamas del deseo
Heráclito llora,
ya nada está lleno de almas
sino de demonios
que ocultaron al sol
Heráclito llora,
se padece un mal del corazón
generaciones de contrarios
guerra de competencia
Heráclito llora,
los modernos aprenden muchas cosas
pero no instruyen la mente,
fetichizan la educación
Heráclito llora,
el mundo ha mutado hacia abajo
pero la sangre no se vuelve licor
y hay quienes morimos de sed
Heráclito llora,
sus lágrimas son un río
juega a los dados
y le duele la suerte del mundo
Heráclito llora,
y es un eterno río perecedero.
¿Cuándo reirá inspirado en Demócrito…?
¿Cuándo reirá como caudal pletórico…?
No sabemos,
pero Heráclito llora,
hagamos que el río sea otro,
otro mundo, otra humanidad.
*
*
*
Naturaleza sedienta de poesía
A la conciencia…
que nos llama a nuestra verdadera naturaleza.
En este mundo
tan codificado por la inmundicia,
donde no hay manos que regalen
pequeños vuelos del espíritu,
donde la gente tiene prisa
por llegar puntual a la cita con su opresión,
donde la sangre es un mar de llagas,
donde hay quienes,
y son muchos,
sufren un calvario por el proceder canalla
de un sistema que nos jode a todos
pero al que todos damos de beber.
Ahí,
hoy,
donde no hay pan ni vino,
ni nada,
más que penuria y sed,
hoy la naturaleza tuvo suerte
ahí donde no importa el brotar de la physis
sino sólo la acumulación de los bolsillos,
la vida se abre paso
en plena noche del mundo
aun sin oscuridad
sin estrellas que nos guíen,
donde no existe consideración
sobre lo que no es dinero,
ahí,
hoy
un golpe de suerte
oxidó un tubo de líquido vital,
en un mundo tecnificado
donde los vínculos de amor
son arena entre los dedos…
¡ahí surgió un oasis citadino!
Donde la estampida de los coches…
pasa indiferente
donde la gente siente la herida como algo natural,
si es que se percata de la aflicción,
ahí la naturaleza tuvo suerte
¡y bebió sedienta el elixir de la vida eterna!
ese que el capitalismo no le da
sino que le arrebata para hacerlo mercancía
y que nosotros bebemos
como si fuese la vida misma,
a chorros de inmundicia.
Sin duda fue Prometeo
quien robo ese fuego
y le dio de beber eternidad…
quien irrumpió la penuria
con un claro transparente
dador de vida,
y ahora el verde brilla con la alegría de existir
a pesar de todo,
se siente el viento del alma cantar
se respira el amor de las plantas en su renacer,
y todo porque un descuido humano
les cambió la vida,
dejó oxidar su tecnología.
Más transformar esta realidad mezquina
no debe ser error o cuestión de suerte
¡hay que dar hasta la vida!,
hay que dar un cuidado humano
que le cambie la vida
a una physis que se oculta de vergüenza
por la humanidad,
a una physis que ya no ama el ocultarse.
Y no obstante brotar
aferrarse a la vida
como un instante eterno sin parangón,
dolor de existir que no es natural.
Hoy la naturaleza tuvo suerte,
pero no siempre es así.
No se trata de sobrevivir
¡sino de vivir!
¿Qué estás haciendo humanidad?…
¿A dónde llevas el planeta entre las patas?…
Destruyendo el mundo
por desfase prometeico
que implora po-ética
que implora en la corriente
de la errabunda existencia
una orientación
una estrella,
y,
algo más…
más que suerte y descuido.
Más por suerte y por tragos de amor
no ha ocurrido el estrago del fin del mundo
aún,
aún estamos a tiempo,
de suspender estos tiempos inmundos.
Cambiar la realidad profana y marginal
no puede ser dejado a la suerte
no es por azar que la era se esté muriendo
de sed de vivir.
Pero el poema no acaba aquí,
tú,
inhumana humanidad
cambia la suerte de la physis
escribe otra historia,
canta un poema natural
¡haz justicia poética!
y escribe otro final
donde hasta la muerte,
la vida brote sin cesar…
Semblanza:
Andrea García. Ciudad de México. 29 años. Egresada de la carrera de pedagogía, por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México. Actualmente realizo tesis para obtener el título de licenciada en pedagogía.