Miedos
A veces tengo miedo de escribir-te
En este espacio que es cada vez más desconocido.
Hay fotografías de rostros que jamás he visto
Espejismos de un amor jamás resuelto
Y no queda otro remedio que esconderme
Entre lo que pude haber sido o lo que intenté a mi mitad de mi destierro.
Jamás la noche hubo pesado tanto,
Jamás los ojos se nublaron de un estruendo que elevó mi pecho
A miles de kilómetros de una estación desamparada
Corroída por el espanto.
Tengo miedo de escribir y no sobrevivir.
Tengo miedo de que en esta noche,
En cualquier lugar del mundo,
Te encuentres,
Sola,
Cómo esté poema en medio de la hoguera.
Encuentro
Si vienes por la noche a buscarme
ya no encontrarás la luz encendida
ni un pobre esqueleto escribiéndote un poema,
encontrarás simplemente:
una habitación como una calle olvidada
o como un río que marcha tristemente hacia la desesperación.
Yo soy ese río.
Encontrarás también
una cama vieja cubierta de olvido,
una guitarra chamuscada por el tiempo.
Y en un rincón, encontrarás
a un niño cubierto de lágrimas frente al destino,
y sabrás entonces por qué
la vida es un hermoso presagio
que nos sorprende desarmados.
Desconcierto
Y para qué luchar
si las calles han olvidado nuestros gritos,
para qué correr
si nuestros pasos
acabaron siempre en el desconcierto,
para qué soñar,
para qué creer
y para qué seguir
si el polvo nos mutila los sentidos.
Irredento, bajo la sombra
de un tiempo que nunca muere, te escribo.
Tal vez has olvidado
lo doloroso que es amar
en un país masacrado por el abandono,
o escribir sobre algo para no morirnos,
e ir creyendo que la vida
es una rosa que no nos lastima.
Caminar por sobre los escombros de un pasado
que creímos alguna vez nuestro,
pero que lamentablemente
se nos escapó
como el tiro de gracia de un suicida .
Semblanza:
Alejandro Cano García (Piura- Perú 1995) Es alumno de la universidad Nacional de Piura, fundador del círculo literario Tertulia Cero. Los poemas pertenecen a su libro inédito Habitación en Llamas.