No tengo tiempo ya para la momificación
el cuervo se ha ido a nuevos cementerios
y el día es tan transparente
que preludia un asesinato
Esos poetas que corren de cuerpo en cuerpo
Atragantándose ¿quién los recuerda hoy?
Ya no tenemos tiempo para adorarlos
el día se nos va en despedazar a los vivos
a los que habitan hoy los periódicos y las revistas
No en revisitar las tradiciones
te lo juro
con sus palomas y sus cítaras
van diciendo: hey Bonita
eres una sombra calidúlcica
que no tiene promontorio
¿y el feto?
En el feto todo es formativo
acércate y escúchalo
***
Antes del plenilunio está la cabellera
y ésta rueda de mi cráneo
sobre la más escandalosa e irredenta plegaria
que rasca debajo del colchón
Te adoraré has dicho
y una risa hienética surgió a contraluz
de ese crucifijo que me cuelga
Ay cómo me está colgando esa cruz de migajón
Las amapolitas quieren cortarse las palabras
e ir al dos por tres por cuatro
pero siempre completas siempre
y claro que sí
Sin faltarnos al respeto
Nos hemos sacrificado tanto
y el sol sale y no hay remedio
De nuevo estamos despiertos
para soportarnos la mirada
las distancias mutuas
del ensimismarse
Si ya nada nos divierte
para qué forzarlo todo
Hay un recuerdo lumínico
así sea
hagámoslo por él
y dejemos a la luna aullar
y que el calendario gire su rueda cósmica
Esto del fin del mundo
tiene que ser una broma
El fin está marcado justo al momento
de azotar la puerta
***
No puede ser tan franco y estremecedor
para la incomprensible sauriés
que se repite en cada rododendro
Agitaremos siempre los palmareses
y el céntuple centauro
seguirá royendo calaveras
Sabrá decir que sí
que si le entra al encontronazo cultural
en que todos acabaremos por despreciarnos
eso sí
el que no le guste puede tomar su ropa
y agitar el semicírculo
qué más da
Qué nos pueden importar
estos copos de nieve tan únicos
o el vaso de dios
o el verso de dios en dios
y aquel venero supernatural
Vendrá aquel cíclope a jugar
con el cadáver de nuestra tristeza
en esta muerta sutileza del adiós
No puede ser tan franco y estremecedor
eso de los tenedores que nunca nunca
nos sorprendieron desnudos en la cama
clavados en el omóplato
detrás de la cortina de aquel pestañar
tan álgido por culpa de las medicinas
Quédatelos
y quédatelas todas
las culpas vamos
La casa vacía será nuestro amuleto
para salvarnos el uno contra el otro
Semblanza:
Adán Echeverría. Mérida, Yucatán, (1975). Doctor en Ciencias Marinas. Premio Estatal de Literatura Infantil Elvia Rodríguez Cirerol (2011). Premio Nacional El Búho 2008 en poesía, Nacional de Poesía Tintanueva 2008, Nacional de Poesía Rosario Castellanos, (2007). Estatal de Poesía Joven Jorge Lara (2002). Becario del FONCA en Novela (2005-2006). Poemarios El ropero del suicida (2002), Delirios de hombre ave (2004), Xenankó (2005), La sonrisa del insecto (2008) y Tremévolo (2009); Cuentos: Fuga de memorias (2006) y la novela Arena (2009). Compiló en Disco Compacto Del silencio hacia la luz: Mapa poético de México. Autores nacidos en el período 1960-1989 (2008).