Recuerdo
Encuentro la voz,
tu voz,
llamando.
Llamando a lo lejos utilizando
el afrodisiaco benigno de quien
experimenta ilusión
y cura soledad:
la palabra.
Leo,
acertijos donde descubro mi propia existencia,
extraña, profunda
aquella muda por temor
y gritas.
Oscurece tu deseo el cielo,
desnudas mi fotografía,
dispones de mi piel
transparente
y te envuelves en el calor de su centro.
Tus dedos curiosos,
de redondez exquisita,
musitan el cosquilleo de mi pubis
y anuncian humedad.
Leche de pájaros 2015