Poema de Porfirio Mamani Macedo

El oro negro

 

Quien busca el oro, siembra la muerte

 

Entre árboles y ríos muertos

suena humillada la voz del campesino,

del hombre que vivió,

olvidado entre ramas y ríos.

 

Quien busca el oro, busca la muerte

 

Suena la bala mortal

en el pecho del hombre y su miseria.

Herida está la selva

rodeando con su aliento

al cadáver del camino.

 

Quien busca el oro, siembra le muerte

 

Suena el río, rumoroso y duro:

es un llanto que lo empuja hacia el mar.

Suenan los árboles gastados de amargura:

son pájaros que aterrados buscan una pluma,

o se arrancan unas plumas

para curar la herida de un hombre,

de aquél que murió por defender sus nidos.

 

Quien busca el oro, busca la muerte.

 

Suenan los caminos

de charcos y de sangre ya cubiertos.

Y las entrañas de la tierra

mueven los ríos, las montañas y los mares.

Caen las hojas de los árboles tan viejos:

son pesadas lágrimas

que expresar no puede la tierra.

 

Quien busca el oro, siembra la muerte.

 

Exterminados quedan los caminos

aquellos que construyó el hombre acribillado.

El cadáver engendrará un árbol

y el árbol un hombre

para sembrar la paz en el camino

y proteger bajo la infausta lluvia,

la vida de los pájaros sin nido.

 

Quien busca la paz, busca el camino.

 

 

 

Semblanza:

Porfirio Mamani Macedo ha nacido en Arequipa (Perú). Es doctor en Letras en la Universidad de la Sorbona. Se ha graduado también de abogado en la Universidad Católica de Santa María, y ha hecho estudios de Literatura en la Universidad de San Agustín (Arequipa). Ha publicado poemas y cuentos en varias revistas en Europa, Estados Unidos y Canada. Ha enseñado en varias universidades francesas como en la Sorbonne Nouvelle-Paris III, y en la Universidad de Picadie Jules Verne