Poema de Paloma Sheherezade Martínez Fernández

Panegírico de la llama 

Brotas del pecho como bella ninfa

que como ardiendo danza

¡danzas mujer rojiza!

Tu ardor no es sentencia ni vacío,

sino la cumbre de una promesa

que con ella lleva su propio olvido.

Tú que bajo espadas enemigas 

portas tus labios de boca profética,

mereces, redentora,

cubrirnos con el más eterno púrpura, 

manchar de ti la vida:

¡de arrogante mujer encendida!

niña de alma pura,

hada de fuego y caliente ceniza.