Polillas
éste debe ser un poema serio
no se puede escribir
cuando todo se derrumba
la poesía
nuestro primer lugar común
todas las tardes me siento
bajo un naranjo que se va asfixiando
con una enredadera llena de flores
como la casa llena de árboles
y su agua estancada
con sus mosquitos sedientos
panzones de nuestra sangre
lo que nos pertenezca
que no se lo roben los vecinos
como nuestros kilos de fruta
pendidos en la carambola
que así de serio fuera
más allá del roer constante
puedo decir que los muebles eran caros
pero tan penetrables
por cualquier alimaña
nada pende sobre las cosas
si acaso el olor de la madera en mi ropa
mi abuela sentada todo el día
a veces con los ojos abiertos
su humedad en los días de abril
pienso en el bochorno del sur
en mi piel sudorosa y desnuda
entre la selva virgen de Campeche
hay una explicación lógica
para cualquier asesinato
y sin embargo es el recuerdo
más preciado
como la cadencia de la madera
que cae en boronas
y resulta ser
excremento