A media sombra
I
Lejano me sumerjo en el pantano
porque la noche con su barba cubrió la casa
y me pierdo en la húmeda penumbra
próxima a los helechos.
II
El comienzo de una imagen palpable
donde rozo las manos y las piernas de los otros
áspero lino el de los calvarios
sin una lámpara que sostenga luz metal.
III
Oigo los pasos de piedra
gente deshojada que vació sus cabezas
y sacan los gorgojos ofrendados en el trigo
y persiguen los gusanos en la harina del maíz estancado…
la leche salada y podrida dispersa con su furor de años.
IV
Mórbidas veredas de bambúes y silencio
adonde viene una flor espesa
viola tricolor que se perpetúa
sin abrir una sola de sus llamas:
escaso es el oxígeno.
V
Se apaga el brillo de los meses
la multitud parte hacia una ventana con frutas
para cubrir de olores el rostro
reservarlos en las callejuelas del estómago
y encender los días sin que avance más el hambre.
VI
Yo, que habito una puerta sin hora clara
debajo de la húmeda penumbra
al lado de una casa cubierta de barbas
donde me persiguen con pasos de piedra
entre el amarillo de una espada que cae
retorno alucinado y salvaje
cual viola tricolor: a media sombra.
Semblanza:
Natalia Lara. Escritora venezolana (1978). Reside en Puerto Ordaz, Bolívar. Formó parte del grupo literario El Círculo Impreciso (2011). Cursó talleres auspiciados por la Sala de Arte Sidor, a cargo del poeta guayanés Francisco Arévalo. Ha publicado sus escritos en diarios de circulación regional del estado Bolívar y en otros, tales como El Venezolano y El Periodiquito (Maracay, Aragua). Ha participado en diversas lecturas poéticas. Gracias a Néstor Rojas y Francisco Arévalo, al apoyo de Fundaletra y la Sala de Arte Sidor, realizó el Diplomado de Poesía Venezolana Siglo XX (2017). Forma parte de los autores del libro Exilios y otros desarraigos (2018).