Cognitivo emocional
“Dos veces, estuve a punto de casarme
y quizá tenga un hijo”.
Un andén y una colcha de rayas,
calles recargadas en la ventana.
¿Habrá algún rastro de familia en su epidermis?
Micosis: ¿quizá? Rojo: no.
Me traspaso entre los grises de la ducha.
¿Y yo? Micosis: no. Roja: Sólo un poco.
El primer trago que le invité
fue de antibióticos.
“¿Te diviertes, ¿eh? Pero si tienes ganas,
quiero que me llames a mí”.
Conmovida: sí. Roja: sólo un poco.
En un sofá esmeralda, tiene sus dos gatos:
Nunca distingo entre la urticaria y su lengua
hasta llegar a casa.
***
Llenamos una agenda brillantina
de bodas e instrumentos.
“Te quiero y dime, ¿te mudarías conmigo
a Montreal?”.
Mi camisón reconoce cómo vibra
un coche estacionado en siete movimientos.
Nunca salí antes del timbre.
(De no ser tú, mi amor, me muero).
**
Eres liso
como piedra de río.
Atrapa mi muñeca
y tájame.
*
“Creo que he esperado una vida entera
a conocerte”.
(Rasguño nombres entre muros
por toda la ciudad:
es el mapa de mis conquistas).
–
Gato, mantel, tarima,
piano, púa, crujido.
Si camino por tu casa
intensifico sensaciones.
Hay una promesa entre los arbustos.
Articulo tu mirada
en la esquina desafilada
de una pared blanca, blanca.
Si guardo un silencio absoluto, tampoco
así te escucho. Tanto te has ido.
Semblanza:
María Cristina Hall (Nueva York, 1991). Mexicoamericana, poeta y activista en temas de deportación. Estudió la licenciatura en escritura creativa y ciencias políticas de la Universidad de Columbia y tiene maestría en estudios de traducción por parte de la Universidad Pompeu Fabra. Traduce del español y del catalán. Fue profesora de inglés en el Tec de Monterrey y actualmente trabaja en cultura catalana en el exterior desde el Institut Ramon Llull.