Poema de Manuel Murrieta Saldívar

Poecrónica

Península cetácea

En ruta por la carretera Transpeninsular

(Ensenada-Ciudad Constitución)

I

La carretera es un hechizo

de norte a sur,

lengua negra que acaricia

y arrebata para ir como nunca

entre cirios y sahuaros,

cuerpo serpenteando entre dos aguas,

arrecife que surca oasis,

misiones, arroyos de piedra

y fósiles de náutilus…

¡Cómo abarcar esta península!

si días y días no bastan

para siquiera explorar completamente

un ojo de agua, la pintura milenaria

o las tumbas que descubro azorado

en aquel cementerio campirano

rodeado de magmas

y silencio de erupciones,

cómo atraparla

si turistas de varios hemisferios

en máquinas intrépidas o pedales de sudor

la devoran infinitos sin importar

que el cosmos plateado

de noches soledad los detenga un momento…

II

Nunca fui un viajero quejumbroso

y de cansancio rápido,

siempre las amplias caminatas

me excitaron como el sol a la pitahaya

y ahora que me cobija

un atardecer único y solo

erizado de cactus

me transmuto en cachora,

liebre o reptil del desierto que todo lo soporta…

¡Oh, Baja!

escondite para evadir la civilización

o tenerla un poco cerca,

el lujo de escoger —por un lado—

un golfo pletórico de especies acuáticas

que todavía no agonizan

o —por otro— un océano sin pared alguna

solo las del viento, a veces huracanes,

y la extensión de las playas del amor…

¡Oh, Baja!

brazo izquierdo de mi patria

que recorro encendido

como un misionero en la ruta contraria

a fin de atestiguar lo que hicimos de ti

después de siglos y milenios,

lo creado por ancestros, invasores

y mestizos como yo,

atestiguar un pedernal

casi inalcanzable,

regiones agrícolas al centro,

puertos vibrantes en la orilla

y, por supuesto,

ese sazón de mar que encanta a los locales,

a los chinos y alemanes

que penetran desde arriba

y acaban saciados en el arco del cabo

pasando por tus ejidos aislados,

tus veredas sin huellas

que llevan a tinajas dulces de agua,

a las terracerías

esperando a nuestros ojos inyectados

de vida que acuden aquí a revivir…

III

¿Qué diré de tus gaviotas

y pelícanos que cazan desde el cielo

al pez que va a morir en un instante?

¿Qué será de tus ballenas y delfines eludiendo

a pangas y navíos

y que desde diciembre

retozan en tus mareas tibias?

¿Y de los colibríes que beben

el agua verde pura

entre papayas,  dátiles e higos

convirtiendo en miel el sodio de tus olas?

¡Qué te diré!

si todo se resume y acaba

en un respiro profundo

que aplasta a la muerte,

a las rutinas,

todo acaba frente a estas islas

que me encuentran al fin,

desnudo y útil,

en la punta del golfo, del golfo septentrión

donde tú,

península cetácea,

recuerdas la Pangea

y te unes a nuestro gran continente

para ofrecerte toda

a nosotros los humanos, los humanos tristes

que venimos a ti

tan solo por la sal de tu alegría…

Diciembre 2019-enero 2020


Semblanza:

Manuel Murrieta-Saldívar (Ciudad Obregón, Sonora, México), doctor y maestría en Letras Hispanoamericanas por Arizona State University-Tempe y Licenciado en Letras Hispanas por la Universidad de Sonora-Hermosillo. Ha sido periodista, escritor, editor y académico en Sonora, México; Arizona y California. Ganador en tres ocasiones del Concurso del Libro Sonorense. Su obra publicada incluye Mi letra no es en inglés (ensayo); De viaje en Mexamérica (crónicas fronterizas); Gringos a la vista (ensayo); Háblame a tu regreso (novela); La grandeza del azar: eurocrónicas desde París (crónicas); La gravedad de la distancia: historias de otra Norteamérica (crónicas y relatos). Alejados del instinto (poesía). Poecrónica en las urbes (poecrónicas).  Fue nombrado «Educador del año 2014» por la “Association of Mexican American Educators-North Central Va­lley Chapter” de California. Actualmente reside en Modesto, California, Estados Unidos y es Profesor de Literatura y Cultura Chicana, Mexicana y Latinoamericana en California State University, campus Stanislaus. Es fundador y editor general de la Editorial Orbis Press (www.orbispress.com) y de la publicación electrónica www.culturadoor.com. Facebook: Manuel Murrieta Saldviar. Twiter: @ManuelMurrieta