Poema de Luis Sánchez Martín

Se hizo de noche en mi piel

Dijo reconocerme

pero mi madre lloraba a su lado

y él estaba muy lejos de allí.

Se hizo de noche en mi piel

aún adolescente

mientras contaba que iba en barca

con su hermano —él remaba—

y sacaban un mújol así de grande.

No era un recuerdo

lo estaba viviendo

como el resto vivíamos el olor

de las heces que la enfermera retiraba.

Mi madre apagó sus ojos contra la pared

y bajé a la cantina a regar 

la idea de que todo terminaba.

Y él siguió allí con su hermano 

—fallecido años atrás—

surcando en un pequeño bote

las aguas de La Algameca.

Y claro que me rompí

sentí pena por aquel muñeco roto

que enterramos horas después

pero ahora 

superada la cuarentena

no pido más

que ese último instante de felicidad.