Poema de Jorge Pech Casanova

El porvenir

 

Ah, el arroyo:

se engalana de mugre, ácidos,

ratas muertas, algún piecito

y una tenue cinta líquida

que lava olvidos, desechos, crímenes.

El silencio bruñe la miseria

barranca abajo, colina arriba.

Aquí fluyen recuerdos como escoria:

latas, jirones, tepalcates, huesos

que se mudan del suburbio al despoblado.

Ah, el arroyo:

se engalana con fetidez, borbotones,

negro sobre negro.

Las cosas vencidas que conduce al lodo

volverán a cimentar jacales, avaricias,

ambiciones menguantes.

La basura volverá a ser indicio

de suburbio, aldea, villa, ciudad

que se construye con migajas

de la ciudad que deshacemos.