Poema de Grace Licea

La reina Schubab de Sumeria

 

Debo ser para ti

amado mío

el perfume predilecto

de tu alcoba

 

en tu hoguera

ser las ramas encendidas

de un árbol,

la resina quemándose

para perfumarte

amado mío.

 

Ser la ofrenda que los Dioses

te obsequian

para complacerte,

 

puedes guardarme

en un pequeño frasco

de filigrana de oro;

abrir mi sepulcro

y encontrarme aún ahí

después de mil años.

 

Pues el amor

es el humo más perfecto.

 

Lleva en su luz y en su aire

el perfume de nuestras almas.