I
la vida
-es un gozo podrido,
fascinantes igual que la noche abierta en el corredor de doña concha
«30 hijos de puta» dice don miguel y se arrima —se acerca—, toca, acaricia uno por uno
tu cuerpo, tu cuerpo blanco, tu cuerpo recio, tu cuerpo reluciente como un relámpago
¡tu cuerpo! hijo de tu puta madre, y don miguel aprieta la camisa, el cuello en el cajón
ríe, llora, luego el silencio, el cuerpo es todo lo que brilla
II
30 cuerpos en el corredor de doña concha
traje este ramo de flores, doña
traje estas veladoras, doña
traje un poco de café, doña
traje pan, doña
y doña concha, como si hubiese tomado el viento
jala a don miguel hasta su pecho
hace todo como cuando era bonita
con la misma gracia peina su dolor como si peinara el dolor de todos los padres de los muertos
de los 30 migueles que golpean los cuerpos,
como si adelgazara el miedo
doña concha tiene ahora la casa funeraria llena de féretros llenos
y el rumor crece y la llama de los cirios crece y los decires… crecen
una vez más se hace el silencio…
el ruido de un motor es como el viento, se lleva a los dolientes.
III
no hay cirios, no hay flores que brillen, no hay luz eléctrica, doña
el ruido del motor viene, doña
cuerpos encapuchados bajan como el viento, doña
tiran flores, tiran féretros, tiran, ametrallan muertos
30 llamas en una,
30 cuerpos en el cuerpo de la casa que arde
y doña concha y don miguel abrazados como cuando eran bonitos
pegados sus cuerpos, pegadas sus arrugas, pegadas sus cabezas tiemblan
Semblanza:
Gloria Vergara. Es profesora de lírica hispanoamericana y teoría literaria en la Facultad de Letras y Comunicación de la Universidad de Colima. Ha publicado los poemarios: Días de luna (1985), Mar de amar (1990), En Lodeluna las sombras (1993), De la sombra los encantos (1996), Vendrá la lluvia (1999), Señal de viaje (2000) Pléyades (2008), Argonautas (2013) y Como salir del cuerpo (2014).