Anomalisa
Viniendo de ti, todas las palabras
son tu boca.
—Yo
¿Lo sabías?
Las mujeres cocinan sus besos
en la prefectura de Nagasaki.
Para evaluar su calidad los impregnan
con labial rojo
en la boca de una máscara blanca.
Si lo que tienen frente a ellas
se parece a una geisha
entonces el producto es empaquetado y distribuido
en los respectivos establecimientos de transacción mercantil
por mujeres de ojos rasgados
alrededor del mundo.
Éstas últimas pueden tener cualquier origen
étnico, mientras su semblante asiático
permanezca intacto.
Lo que me dijiste después de besarme,
a como yo lo puedo rememorar,
todo, hasta tu nombre, era tu beso.
Lo sabías.
He olvidado tu nombre, Hiroshima,
Kauyumari, Kiyomi Tatoki,
Tatei Hikuri,
Azumi Mizushima.
Sin mis anteojos
todas ustedes son iguales.
Eras de Taipéi ¿Te llamabas Uriko?
Paseamos por China en teleférico
mientras me contabas tu vida.
Qué pronto se me olvidó.
Debí fotografiarlas desnudas a todas,
memorizar sus voces para no confundirlas
porque sin amor
todas me parecen la misma mujer.
Tras algo así
lo más útil que puedo hacer por mi futuro
es tratar de recordar.
Hasta entonces te llamas Nadie,
te llamas Nada,
te llamas Nadia.
Si, rara vez,
la máscara parece más bien el rostro de un payaso,
el beso es incinerado y las cenizas
son liberadas en una zona litoral.
Al ver esto las japonesas lloran;
no está de más.
Aquellas cosas que pudieron haber sido hermosas
ahora lo son
sumergidas en el olvido;
y son todas tristes
al verlas marchar como vestigios
de lo que quedó en los vestigios
de lo que quedó.
Semblanza:
Giovanni Benuto. Mexicali, 1995. Es estudiante de Letras Hispánicas en la Universidad de Guadalajara. Escribe poemas desde los dieciséis, pero no logró hacer poesía hasta que pudo deprimirse de verdad. Hoy busca hacerse de una identidad propia en la vasta selva poética del siglo XXI. Con este fin, trabaja en su proyecto web de poesía: musaputa. Gusta del jazz y del metal progresivo. Espera la lluvia y el nuevo álbum de Tool.