Machismo
En la escuela me excluyeron de un grupo
por no ser diestro, después me sentaron aparte
al preguntar el porqué de algunas cosas,
me tacharon de blasfemo por mis dudas
me ataron a diez nombres diferentes
por practicar la honestidad y la locura.
Se atrevieron a decirme maricón
por no respetar las reglas de la manada
y por amar tan solo una mujer
y no patearla, por escribir poemas
en vez de perseguir balones o encestar,
por cuidar de la flora y de la fauna
y todo lo que tiene vida,
y estuve a punto de escribir en otro estilo
para no ser catalogado de romántico.
Con todos, tuve que comprender el lenguaje vulgar,
los malos hábitos y fumar lo malo de la vida.
Aprendí a golpear y a protegerme.
En mi mocedad visité prostíbulos
y cantinas de mala muerte,
demostraba mi cariño con ofensas
y fui, y sigo siendo macho
como todos mis amigos, y soy el mejor
en tocarle el culo a la imaginación.
pero nadie, absolutamente nadie hasta la fecha
me ha enseñado a comportarme como “Ser Humano”.