La mujer que se convirtió en río (o que tal vez siempre lo fue)
A Berta Cáceres
Me contaron que una madrugada
vieron las nubes desprenderse del aire.
Caída vertiginosa que asemejaba una lluvia de lágrimas blancas.
Algunos creyeron que era el cielo que mudaba la piel.
Otros pensaron que era el alba derretida sobre la mañana.
Me contaron que alguien vio los ríos detenerse
y los peces morir de hastío.
Unos pensaron que el cauce
se negaba a seguir su curso.
Otros, que las rocas en el fondo,
lloraban en sentido contrario.
Todo esto lo escuché. No lo vi.
Pero supe que eras vos
que habías subido a lo más alto
para diseminar tus labios sobre las algas
y asegurarse que la arena estuviese quieta
para cuando regresaras.
Una madrugada te vi.
Blanca como el amor
y líquida como el silencio.
Fue entonces cuando supe
que no te habías ido.
Solo que habías vuelto al río
para esperarme
en la siguiente tormenta.
Semblanza:
Fabio Castillo (Comayagua, Honduras) es coordinador y co-fundador del movimiento literario “Lienzo breve” de la ciudad de Comayagua, Honduras. Ha participado en diversos encuentros entre los que destacan el festival de poesía de Islas Caimán 2015 y 2016. También participó en el conversatorio de escritores en la ciudad de Basra, Iraq. Sus trabajos han sido publicados en revistas de México, EEUU, España e Italia, siendo traducidos al inglés e italiano. Presentó su obra en la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) capítulo de Nueva Gerona, Isla de la Juventud, Cuba.