Tú, en mi boca
Tengo tantas palabras en mi mente
–tienen ese centelleo de peces
sacudiéndose entre redes–
otorgándote el título de Redentora.
Son hijas tuyas, cada una de ellas.
Las desordeno, las mezclo, las agito,
pero ellas
siempre vuelven a engarzarse,
de diferente manera,
revelándome algo de ti
–cómo surges de ellas
con la belleza
de un clandestino símbolo,
desanudando tantos misterios–
con cada nueva sublevación.
Llegan a mi boca tantas palabras
–es su tacto como el de las plumas de pájaros
revoloteando en jaulas–
comparándote con una llave
hecha con el mineral de tantos abrazos.
Tu risa,
me dicen las palabras,
hace huir
este estremecimiento húmedo
encerrado tras mis párpados
y barre toda nuestra edad
bajo la suela de los zapatos.
Quieren envolverte,
mis palabras,
convirtiéndose durante un instante
en una sola piel tuya
–intentan detallarte redactando
una enciclopedia sólo de ti–
para dejar de sentirse
pobres y vulgares y herméticas:
se convierten en dedos
–meros embudos para futuras caricias–
con unas articulaciones
de espesura tan grande
que criban entre tanta profecía de vocablos
–cuánto temor le transmiten muchos de ellos–
tu nombre al menos
y de esta manera
irían tamborileándolo en mi piel
durante mis elásticos momentos de soledad
entregándote una soberanía de la cual
nuca te has dado cuenta.
Semblanza:
Vivo en Molina de Segura (Murcia) desde 1983. Han publicado mis escritos en revistas, antologías y fanzines literarios como Prometea, Estación Poesía, Manifiesto Azul, El coloquio de los perros, Cuerno de Luna, Umbral de poesía Valladolid, Saigón, Carne para el perro. Pertenezco a la asociación La Molineta Literaria, con la que he publicado relatos y microcuentos. He recitado en Zalacaín y Ciclo “Nuevas tendencias literarias” dentro de la Semana Grande Cajamurcia 2015, así como algunos poemas en Café Ficciones, El Triskel o Ítaca. Me encanta todo lo relacionado con la creatividad literaria. Leo, escucho, recito y escribo poesía.