Poema seleccionado de nuestra convocatoria exclusiva para estudiantes de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa (UAM-I), en la Ciudad de México.
Al otro lado
Con el naranja azulado de la mañana
me busco en la plata del espejo,
me encuentro pálido, con los ojos cósmicos
ahogados en sombras.
Parezco la cruza de una paloma con cuervo.
Ladran los violines desde la imperiosa bóveda,
desde el celeste vientre de la ballena.
El infinito cetáceo que resguarda los espíritus,
donde convergen todas las plegarias.
Escucho el llamado de mis muertos.
Sentado en la cama recuerdo el monte,
pienso en magníficas serpientes y en los roedores que devoran.
Pienso también en los hijos de la calle,
en esos niños rata que la ciudad se come.
De ellos es el reino de los cielos.
Me da hambre y me sirvo un trago
a la salud de mi reflejo;
él sigue clavándome, inmóvil, la mirada obscura.
Succionando mi cuerpo galáctico como agujero negro.
Mi hígado está bailando.
Escurren de mis lagrimales rubíes preciosos
manchando la sábana para un joyero.
Son de un dulcísimo color rojo
como lo es el fenecer del sol en el desierto.
La muerte es un lujo bello.
El que pensó mi espectro sostiene un gato cadavérico,
la habitación huele a flores, rosas y dalias detecto.
Reminiscencias de infancia, de leche materna y de rezos.
Caminaré por los Prados de Asfódelos.
Te escribiré desde el otro lado del espejo.
Semblanza:
Ernesto Salamandra. (México D.F. 1990- ). Observador del carnaval humano y fiel practicante de la palingenesia. Escribe para asegurarse que existe, ya antes fue un recuerdo y sólo pretende seguir así. Ha publicado en algunas revistas digitales y participado en eventos de poesía, actualmente es estudiante de letras hispánicas en la UAM-I.