Brecha
Lo que he sentido y lo que siento
hará brotar el momento
víctor jara
A salvo de las ráfagas y el pánico,
aguarda un nuevo fruto
cuya simiente el alba surca,
como una centella precoz.
Da rodeos al verano
con el listón de la apetencia
y el gusto de ser al fin palpable.
Cae la brisa a gajos
y prolifera verde,
en un desliz de fino cerumen,
mientras se desata el ovillo
(la red del cuidado)
dulce como un arrullo.
Prolonga el reposo en cada borde,
en un collar de gotas sobre mayo
donde giran y se ensanchan las poleas
de un nacimiento diáfano.
Un botón nace en el molino,
batiente y fiel como un abrazo;
y toma una pizca del soplo,
corta el velo de cien nubes
y amortaja esta gris desdicha.
Dócil rama que llega de súbito:
es el anhelo acercándose,
el júbilo del árbol meciéndola.
Cada fruto deshace las amarras
y parte de una estela a un huerto,
de la simiente a la pulpa,
del hambre al calor que sacia.
Oh, continuación de nuestro hogar,
cúspide y dádiva del prolijo campo,
apártate (indeleble y suave) del polvo
y toca la luz cuya herida nos basta.
Rotos los andamios por donde maduras,
arroja tu color a quien pasea
sin haberte nunca imaginado.
Semblanza:
Edgar Loredo (Ciudad de México, 1988), autor del poemario Cardinal (2015) y del volumen de cuentos Jaramagos (de próxima publicación). Corrector de estilo ocasional en algunas editoriales mexicanas.
Redes sociales: https://twitter.com/edgarloredo88;
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