Poema de David Meneses Gómez

A woman views the "Hand of God" sculpture by Italian artist Lorenzo Quinn in central London August 21, 2011. REUTERS/Toby Melville (BRITAIN - Tags: ENTERTAINMENT SOCIETY)

La mano de Dios

 

Dicen que un dios…

en cada partido,

reparte la suerte,

no es el arbitro

sino el dueño del balón,

él dice si juegas, si te elijen  al ultimo

o te toca banca.

 

Me gusta romperla,

meterla sobre la hora

después de estar cancheando,

pero a ese promotor de divino ego

le fastidia mi posición,

mi fútbol total ateo,

que le rompa la sotana a los curas,

que los crucifique en el arco,

que la mano de dios

no sea la suya.

 

 

Su hinchada dice que es bueno,

que nos dio la vida y el balón,

que si yo con él, quien contra mi…

el sonido local informa:

“Jehová es varón de guerra;

Jehová es su nombre”.

Éxodo 15:3

 

Yo no sé si existe,

solo sé que si me ve en la tv,

no le dedico ningún gol,

ni le regalo mi camiseta,

soy un 9 mágico escéptico,

puro toque  y pase.

 

El inventa penales mortales,

no marca faltas de sus entrenadores

en las divisiones inferiores,

y no pita el fuera de lugar

para acabar con el mal,

no hace cambios de dogma,

si el saque inicial lo hiciera por la humanidad,

yo sería de su porra,

ha puesto a un nazareno

a morir en la cancha por sus pecados.

 

Si el dejara de ver Fox sport, y la cambiara a CNN o al 22,

vería los horrores de su  táctica,

que su 4-4-2  no funciona,

que lo están goleando los niños con hambre,

el medio campo destrozado de medio oriente,

las hambrunas  y las fintas con ostias,

violaciones y muerte en el mundial femenil ,

los palcos llenos de santidades,

fanáticos de la indiferencia,

la maldad dominando el juego

las fuerzas básicas fusiladas,

muchos autogoles en la meta vaticana.