Cucarachismo
Al que madruga
la blasfemia le ayuda.
Despertemos temprano
para ganarle las primeras planas
de tragedia a Jehová.
Vamos a jugar a ser Dios,
inundemos al hormiguero más cercano,
matemos a todas las obreras,
salvemos una hormiga al azar
y digamos que es milagro.
Provoquemos un accidente vial
entre el vuelo de los pájaros
con su libre albedrío alado.
Compremos una cucaracha
la más amada,
enseñémosle buenos modales,
educación de oriente,
una madre virgen,
y soltémosla en la cocina del vecino,
que sea crucificada por la chancla,
pidamos perdón
por nuestros pecados,
y fundemos una fe en su mesa,
será la tierra santa,
para el recién convertido al Cucarachismo.
Vamos a trabajar
coloquemos a una pareja de perros
en el paraíso de los zapatos,
con un gato viperino
y un sillón sagrado,
voltearemos la vista
veremos cómo lo mancillan,
lo orinan,
luego lo expulsamos.
Quiero sentirme Dios a las cinco de la mañana
pero no puedo con tanta divina maldad.
Si al que madruga Dios le ayuda,
al que se desvela el diablo lo cuida.
Semblanza:
David Meneses Gomez. Guadalajara, Jalisco, 1987. Politólogo y escritor. Colaborador para los medios electrónicos Prisma Político, Minerva Mx, La letrina, Guadalajara 3.0 y México Radio.