Próxima estación
Desde ese templo de incensario azteca,
quemada llanta de ciempiés naranja,
final vagón de un sacrificio macho,
en esa inversa cacería del génesis
donde
los últimos serán los primeros
en venirse
recorro vista Lot la oferta fresca
con la cancelación del consumista
que ve tres comerciales en la tele
y quiere que la escala sea la misma
tú no, tú fuiste gordo, tú muy loca,
adiós, lo cacarizo nunca vende,
tú tienes cara de varón de lechos,
a ti te sobra lo que a mí me falta
entre las piernas,
lo bueno de la oferta y la demanda
es que en cada estación juega la suerte
de los escaparates renovados,
cinco pesos,
una entrada en escena de actores de reparto
y en la próxima tal vez se suba ése
que dé sentido a mi The Truman Show,
en la lúbrica urgencia de lo gay sin nombre
el sexo por el sexo de varón torcido
y así claudica el reino de los cienos.
Pero de pronto, en la esquinita,
arrinconados en su amor destajo
dos hombres ya mayores se comparten
en sesenta y pico de fallidos sueños
y son la hidra altanera entrelazada
en el recuerdo del terror del tiempo
y cual Gorgona, congela más su vista
que la estatua de sal que tú esperabas.
Son los testigos de la pandemia,
del miedo, del rechazo
y están ahí juntos, erectos.
Dándose lo que les queda
de una dignidad despojo y muerte y sal.
Aprendieron a jotear sin mapas, a pelo,
tocándose la verga como señal que invita,
sin más radar que su intuición, sin Manhunt.
Destilan la paciente certeza de que no hay mañana
ni futuro mejor
para los que como ellos buscan santificarse por la luz del falo.
Una mano entrelaza sus canas de fracasos, su estrella de David,
qué importa, te miran retadores, que tú seas joven, igual llegarás.
Y dan repudio, dan asco y un ternúrico miedo que te inunda,
son tu memento cinaedus,
la hora que será el ahora para los que compramos en la Zona Rosa
un futuro muy rosa y muy jodido.
Con este estigma crecerás, como ellos.
Te dará sarpullido en los huevos, como a ellos.
Te invadirán las ladillas, como a ellos.
Serás aprisionado en un matrimonio gay, no como ellos,
que en el promiscuo encontraron al profeta.
Repasas lo que cuesta
cada una de tus prendas
y con el dedo activas
la burla de tu smartphone
para virtual y en vivo
buscar macho calado
que quite lo salino del futuro
y que te dé esperanza en cada palo
para envilecer de puro orgasmo
para pensar con el culo y no sentir sintiendo
que la noche no es noche si está sola.
Tú rú rú. Correspondencia con ya no quieres saber si es Garibaldi.
Semblanza:
César Cañedo. Poeta, atleta, profesor y jota. Miembro de la casa de Vogue House of Apocalipstick. Fundador y codirector del Seminario de Literatura Lésbica Gay, UNAM. Es candidato a Doctor en Letras por la UNAM. Organizador y coordinador del Coloquio de Letras Diversas de la Facultad de Filosofía y Letras, UNAM. Actualmente se desempeña como profesor de literatura, además de impartir talleres de creación literaria. En la UNAM imparte clases sobre teoría quer, corporalidades y literatura. Ha dado charlas, conferencias magistrales y ponencias sobre temáticas de diversidad sexual y literatura. Ha publicado poemas y cuentos en diversos medios impresos y electrónicos. Tiene dos poemarios: Rostro cuir (Mantra, 2016) e Inversa Memoria (Valparaíso México, 2016). Una muestra de su poesía ha sido antologada en el libro Afuera. Arca poética de la diversidad sexual (Diablura Ediciones, 2017).