Poema de Azhar Amara

La ostra
 

tengo un rosario de perlas para contar las vidas que nos faltan

mis dedos se vuelven avenidas sin fondo

el tiempo se hiere las rodillas corriendo tras de ti

vas dejando una hilera de rosas muertas

como un niño en una boda que no entiende qué es amar hasta la muerte

no sabe que la muerte se viste de blanco

déjame limpiar tus cielos grises

aceitar las viejas puertas que se quejan del sonido de tu risa

sé que tu almohada es razón para darlo todo

para soñarte dentro de mi vientre

como un pájaro sin alas

una criatura sin lengua

tu voz es la que invento

conspiro por ti

vas sintiendo cómo naces de nuevo

respiras el agua de mi placenta violeta

amarrado al hilo de mi ombligo

los ojos cerrados

yo solo miro lo que quieres ver del mundo

y me detengo por horas a mirar la luna vestida de negro

que no te haga nunca falta la lumbre cuando solo te tengas a ti

aunque me bebas a diario para sentirte vivo

vuelvo a contar mi rosario de perlas

se han ido los años como las horas

enroscada en las cenizas de ese último abril

me pregunto cómo será sentir dolor para la ostra

la amargura de la arena pisada tantas veces

gemir el ardor de la sal en su guerra con el agua

comerse el musgo de todos los amores muertos

y llorar, llorar y llorar

y yo sin saber que el collar de perlas que viste mi pecho

era el poema que agonizaba la ostra