Nosotras
Nos quitaron tantas primaveras de
las manos.
Pero a nadie le importa.
Y a nadie le importamos.
Solo somos un rostro sumado a otros
extraños.
O ni siquiera eso.
O ni siquiera nada.
Solo somos un cuerpo que cuidamos
en vano,
ilusamente nuestro,
realmente nuestro nunca.
Solo somos un nombre sin eco y sin
espacio.
Que se lee en los periódicos,
pero luego se olvida.
Somos la decisión y el tiempo
equivocados,
más de alguno dirá
que la culpa fue nuestra.
Y pensándolo bien, fue nuestra
culpa. ¡Claro!
Solo basta pensar,
no hay otra conclusión.
Todo fue nuestra culpa por nacer
con ovarios,
por tener estos cuerpos
y no esconderlos bien.
O quizá nuestro yerro fue nacer de
este lado,
en este continente,
y en su nación de sangre.
Sin embargo quisiéramos haberlo
evitado,
volver atrás el tiempo,
recuperarlo todo.
Nos quitaron la risa, nos quitaron
el llanto;
y ahora, muertas, nos quitan
la memoria y el nombre.
Y si tan solo esto nunca hubiera
pasado,
tendríamos una vida,
presente y porvenir.
Nos quitaron tantas primaveras de
las manos,
y lo peor no es eso,
es que aquí no se acaba.
Semblanza:
Araceli María Alanís Corral es estudiante de la licenciatura de Literatura Intercultural en la Escuela Nacional de Estudios Superiores de la UNAM. En 2018 realizó una estancia académica en la Universidad de Bolonia, en Italia. En 2015 fue finalista del concurso literario Puebla en 100 palabras, donde publicó su obra Exigencias, y en 2014 obtuvo el segundo lugar del Concurso Nacional de Expresión Literaria “La juventud y la mar”. Actualmente coordina un blog con temática de viajes.