Poema de Anabel Lemus

Los hijos del naranjo

Soy el naranjo

que durmió en el invierno, 

soy los frutos arrebatados, 

las distancias que los mantienen

lejos de su madre. 

La ausencia      no definida. 

La suerte de otro verano

irradiará llenándome

de nuevos hijos

que serán huérfanos

(en otras bocas serán dulces, 

de otros labios dependerá 

su nombre y juicio).