Los hijos del naranjo
Soy el naranjo
que durmió en el invierno,
soy los frutos arrebatados,
las distancias que los mantienen
lejos de su madre.
La ausencia no definida.
La suerte de otro verano
irradiará llenándome
de nuevos hijos
que serán huérfanos
(en otras bocas serán dulces,
de otros labios dependerá
su nombre y juicio).