Cuba diez.
Viñales, 11 de enero del 2015.
Viñales
Viñales
y sus cúmulos de casas,
todas iguales,
distintas sólo en color:
verde aguamar,
azul santero,
color piel cubana,
naranja frutabomba,
todas iguales
esperan
la llegada del turista,
la cosecha anual
del foráneo proveedor.
Y llega el arsenal.
Cual rebaja de tienda de ropa,
todos los lugareños contienden
por la liquidación de extranjeros:
viajeros trotamundos
desde la antigua Europa,
de la Yuma,
los grandes Lagos,
la tierra del nopal,
la Pampa,
los Andes,
del Oriente
y sus asiáticos.
Y llegan.
Intentan bailar salsa,
sentir el son,
tomar el ron añejo,
degustar su comida criolla,
caminar las montañas,
gozar todo el ritmo.
Pueden tomar fotografías,
comprar “souvenirs”,
estar de “Tour” por sus playas,
por sus cubanitas,
por sus cuevas.
Pueden pagar con dólares,
euros,
conseguir café,
tabaco.
El negocio es con ellos.
¿Qué clase de trueque podemos hacer?
Al forastero se le apadrina
a cada segundo de su estancia,
le quieren,
le esperan ansiosos,
le lloran su marcha.
Después
será hora de irse.
El extranjero regresará
a su puesto de trabajo,
a su país natal,
a sus estudios y deberes,
será el tiempo del frío.
Se olvidará la salsa,
los platos criollos,
las mulatas,
la Cuba Libre.
En sus paredes: las fotografías,
el “glamour” del recuerdo,
los gorros verdes con la estrella roja,
la esperanza de volver.
Y en Viñales,
otra vez,
llegará la espera,
las casas iguales
distintas sólo en color:
rosa aguayabado,
magenta labial de boca,
blanco sal marina,
marrón bucanero.
Su gente de corazonada,
de candela en la sangre,
del baile de herencia,
retornará con ritmo,
con son,
con salsa,
con décimas.
Y,
como cada año,
regresarán
a los extensos plantíos de tabaco,
a las dilatadas cosechas de frutas,
a las fábricas que añejarán el licor,
esperarán
la llegada del turista,
la cosecha anual
del foráneo proveedor.
Semblanza:
Alfredo Lozano. Nací en la ciudad de Guadalajara, el 19 de noviembre de 1987. Estudié Matemáticas en la Facultad de Ciencias de la UNAM y cursos de literatura y creación literaria en Casa Lamm, en la Facultad de filosofía y Letras de la UNAM y en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia. Me considero un poeta, matemático y educador. Actualmente busco trabajar con poesía experimental, poesía visual y poesía multidisciplinaria. En los últimos años, además interactuar con la matemática, la poesía y la ciencia, he trabajado con caligramas, poesía creacionista y con la mezcla entre la poesía y la fotografía, la poesía y la pintura, y la poesía y los medios audiovisuales. Mis poemas desde hace un par de años los firmo bajo el pseudónimo de Henri Magritte. Blog personal: lozalf.wordpress.com