Si te gusta la pintura, la arquitectura, el arte, la experimentación o pasar un buen rato viendo impresionantes, llamativos e inspiradoras obras, esta exposición es para ti, porque desde el 28 de julio hasta el 30 de octubre, el Museo de las Artes de Guadalajara, mejor conocido como MUSA, nos trae la exposición Pasión es Passio de Carlos Vargas Pons.
Carlos Vargas Pons, además de ser considerado uno de los pintores jaliscienses más destacados de la actualidad según la página oficial del Museo Claudio Jiménez Vizcarra, y ser becario del FONCA (Fondo Nacional para la Cultura y las Artes), es un pintor tapatío que durante su trayectoria se ha permitido adquirir experiencia valiosa para lograr exponerse en más de 15 galerías y museos, y colocar sus obras nuevamente en el MUSA, cuando por primera vez se expusieron en 1994, ya que desde sus 22 años ha participado en exposiciones colectivas, logrando en ese mismo año el Primer Premio de Adquisición en el Encuentro Nacional de Arte Joven (1990), y su carrera de pintor ha proliferado desde entonces.
Pasión es Passio se revela por medio de cinco núcleos temáticos: “Entre páginas”, “Interior-exterior”, su gusto por la arquitectura; “Premoniciones”, su inquietud por los cambios climáticos; “Cielo y Tierra”, la admiración por la vida de santos como por Maximiliano Kolbe, y “Movimiento”, la experimentación del movimiento en su pintura con los deportistas acuáticos, que por medio de un hilo conductor muy fino, dice Laura Ayala Castellanos (Coordinadora de exposiciones del MUSA), nos acerca a las pasiones y labor de este creador.
Claro que este creador tuvo apoyo y tutela de otros como Ruiz Rojo, José Fors, y David Birks; Carlos nos comentó que lo instruyeron en todas las áreas del conocimiento académico fundamental, como el dibujo estructural y de claroscuro, en la preparación de materiales y soportes pictóricos, en teoría del color y el conocimiento del óleo, el acrílico y el pastel. Además que lo iniciaron en la historia del arte a través de sus sugerencias de estudio y de los libros que ellos mismos guardaban en sus talleres. “Su obra, su perseverancia y su búsqueda artística siempre han sido ejemplo para mi propia labor. Mi carrera no hubiera podido lograrse sin el conocimiento que me transmitieron”.
Por el momento, según registros del MUSA, han asistido más de 8,700 personas hasta la segunda semana de septiembre, y aún queda más de un mes por disfrutar de sus obras. Si tienes oportunidad de asistir, no la pierdas, vale la pena, pregúntale a una de esas 8 mil personas si quieres estar segur@, además, sólo pagas lo que quieras donar al museo, la entrada es gratuita.