Dobló por la calle hacia el sentido contrario del que usualmente tomaba, de ahí se dejó llevar por una fuerza antónima, caminó debajo de la banqueta, sonrió exageradamente a todo aquel que le donara una mirada y se detuvo ahí, donde una mujer de aspecto desalineado se hincaba ante las rendijas de una coladera, intentando sacar algo de su interior.
A pesar de los comentarios de algunos transeúntes, que denegaban la cordura de la mujer; tomó una vara larga para secundarle.
Mientras tanto del otro lado, alguien los observaba muy fijamente, con la concentración de un cirujano.
“S1 -Creo que esta vez lo lograremos Capitán, alguien más está con ella y la carga eléctrica ha aumentado, si la dirección y la magnitud son correctas, pronto se realizará la maniobra.
S2 -¿Qué haremos con él?
C -Ahora eso no importa, ya veremos si lo hacemos prisionero o lo condecoramos.
Lo importante es salvar a la Reina”.
Si los polos de sus cuerpos no hubieran presentado la atracción esa tarde, el reino de Blormin habría caído en la miseria y él habría caído de la azotea de su edificio, entre el último pensamiento de un suicida. En vez de eso, tiene ganado un título de honor, aunque él cree que está muerto.
Semblanza:
Bricia Navarro Fonseca Ciudad de México. Estudió artes visuales en la ENPEG “La Esmeralda” generación 2011. Ha participado en diversas exposiciones colectivas en México y Latinoamérica. Se ha dedicado al dibujo, la pintura, la animación, la instalación y recientemente a la creación de cuentos.