En medio de una cuestionada votación y una serie de señalamientos entre las fracciones de Morena y Acción Nacional, el Senado de la República determinó ayer que la hija de Rosario Ibarra de Piedra es la persona idónea para encabezar la labor de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) a partir del próximo sábado 16 y hasta el 15 de noviembre de 2024.
De acuerdo con el resultado de la votación, 76 senadores eligieron a la hija de la activista, mientras que 24 lo hicieron por Arturo Peimbert Calvo y ocho por José de Jesús Orozco, amén de que seis decidieron abstenerse, lo cual da un total de 114 votos emitidos, que fueron los contabilizados y con base en los cuales se determinó que la militante de Morena obtenía la mayoría calificada para ser titular de la CNDH.
El escándalo
El problema es el hecho de que durante el proceso de votación 116 boletas fueron depositadas en la urna; es decir, hay dos sufragios no contabilizados que son la diferencia entre la mayoría calificada y la necesidad de formar una nueva terna de aspirantes, porque solo contabilizaron 114 votos.
Los senadores de Morena, en especial, son los más interesados en que la hija de doña Rosario Ibarra sea la titular de la CNDH. Ella fue candidata a diputada por ese partido al distrito X en Nuevo León (que perdió) durante el pasado proceso electoral y rechazan los señalamientos, aseguran que no hubo fraude y, por supuesto, se niegan a hacer una reposición del proceso.
La relación de ella y su familia con el poder es innegable. La amistad con el titular del Ejecutivo federal también.
No fueron pocas las voces que exigieron reponer el proceso ante las dudas. No faltaron las cortinas de humo, como los señalamientos en contra de Ricardo Monreal por supuestamente haber depositado no uno, sino dos votos en la urna, señalamiento que el zacatecano salió a aclarar de inmediato y con justa razón, pues de ser así no serían dos, sino tres los votos que quedarían durmiendo el sueño de los justos, en este caso, el sueño del presidencial Movimiento de Regeneración Nacional.
La solución
De acuerdo con los videos y las cifras reales, 14 senadores no votaron. ¿Quiénes fueron? Con esos nombres y el contraste con el video del propio Senado se puede determinar quiénes votaron y, con ello, encontrar esos dos votos desaparecidos.
Entre las fracciones de oposición, se sugiere que sea la propia hija de Rosario Ibarra quien encabece la demanda de reposición del procedimiento e incluso rechazar desde ahora un cargo cuestionado en su legitimidad, porque en este momento es la representación del pueblo la que otorga los votos y es esa representación precisamente la cuestionada.
La CNDH debe ser un órgano que genere justicia hacia las personas violentadas por el Estado y sus instituciones, organismos y miembros.
El resultado y el proceso en especial daña la institución.
La reacción presidencial
En su cotidiana conferencia mañanera, el Presidente de la República fue cuestionado sobre la determinación del Senado a propósito del nombramiento.
Andrés Manuel López Obrador dijo verlo bien, que es de justicia, que se trata de una mujer que padece por la desaparición de su hermano, hija de Doña Rosario Ibarra de Piedra.
“Auténticas defensoras de derechos humanos. Esto abre la posibilidad de que la CNDH deje de ser una pantalla, un organismo alcahuete del régimen y se profundice en las investigaciones y se acabe con la impunidad y se le dé una respuesta a los familiares de las víctimas. Entonces sí estoy contento con esta decisión. Lo demás pues es normal que los conservadores no quieran que esto suceda. Ellos quisieran tener ahí a gente disciplinada, a modo, como ha sucedido en todo el periodo neoliberal, como sucedió en todo el periodo neoliberal, puro especialista experto, doctores, graduados en universidades famosas de México y del extranjero que se distinguían por cobrar bastante, por su especialidad, profesionalismo tenían que recibir muy buenos sueldos pero al mismo tiempo siempre guardaban un silencio cómplice, encubrían, nada se sabía, a nadie se castigaba, ya hemos hablado del tema, como fueron creando todos estos organismos para simular que no iba a haber opacidad (…) no queremos tener achichincles, no queremos tener funcionarios serviles, queremos servidores públicos con integridad, con principios, honestos, que ejerzan su libertad, verdaderamente independientes…”.
Sí, eso dijo el Presidente.