A mediados de marzo, en una conferencia de prensa organizada por la Facultad de Medicina y la Dirección General de Comunicación Social de la UNAM y transmitida por YouTube (https://bit.ly/3tYuYN0)se habló de la felicidad de los mexicanos. Manuel Alonso González Oscoyy Beatriz Georgina Montemayor Floresmencionaron estudios como elÍndice para una vida mejor (OCDE, 2020)y la Encuesta Nacional de Bienestar Autorreportado (ENBIARE) 2021(INEGI, diciembre 2021), que miden el bienestar de los mexicanos, còmo nos sentimos donde nos ha tocado vivir.
González pertenece a la Facultad de Psicología; Montemayor, al Departamento de Anatomía de la Facultad de Medicina, ambos de la UNAM. En su conferencia, afirmaron que la felicidad depende de otros factores, además de los que tomaron en cuenta los estudios mencionados. Conocerse a sí mismos y saber qué se quiere, tener propósitos y alcanzarlos poco a poco, por ejemplo.
Montemayor define la felicidad como un hábito que se puede cultivar o destruir, como actualmente sucede por la inseguridad e impunidad prevalecientes; antes teníamos un mejor lugar en la lista de países según su felicidad.
Pero la violencia criminal y la inoperancia de los cuerpos de seguridad en muchas ciudades afectan la percepción del lugar que se ocupa en el mundo real. La conciencia de la propia vulnerabilidad socava las ideas tranquilizadoras, crece hasta hacerse nudo en la garganta, hasta obligarnos a buscar otro lugar para seguir viviendo.
El Índice para una vida mejor y el informe ¿Cómo va la vida? forman parte de la Iniciativa de la OCDE para una Vida Mejor, puesta en marcha en 2011 con el afán de promover políticas destinadas a mejorar la vida. El Índiceconstituye una herramienta interactiva en línea con la que los visitantes participan en el debate sobre el progreso social, midiendo el bienestar según sus propios criterios. Se les invita a calificar los 11 temas considerados en el informe (vivienda, ingresos, empleo, comunidad, educación, medio ambiente, compromiso cívico, salud, satisfacción ante la vida, seguridad y balance entre vida y trabajo, así como sostenibilidad y desigualdades), indicadores internacionales comparables para evaluar el bienestar con bases más amplias que el PIB nacional.
La ENBIARE 2021 tomó en cuenta la iniciativa de la OCDE y reunió información sobre el bienestar subjetivo de las personas, registrada por ellas mismas. Por lo tanto, informa sobre valoraciones, percepciones y sentimientos no captados por las estadísticas convencionales. Sus resultados complementan las cifras de bienestar objetivo reunidas en varias encuestas, en las que se incorporó un módulo de Bienestar Autorreportado (BIARE). El Biare Piloto, en la Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares (ENGASTO), en el primer trimestre de 2012. El Módulo de Condiciones Socioeconómicas (MCS) de 2014 estuvo ligado al BIARE ampliado. Y desde julio de 2014, el BIARE básico se aplica en la Encuesta Nacional sobre Confianza del Consumidor (ENCO); registra la satisfacción con la vida en general y sus ámbitos específicos, eudemonía y balance anímico. La ENBIARE constituye el primer programa para generar este tipo de información a nivel nacional y por entidad federativa, mediante una entrevista presencial con el informante.
Se aplicaron dos cuestionarios: uno para información sobre los hogares y otro sobre las personas. El primero tenía 22 preguntas sobre características de la vivienda, identificación de hogares, servicio doméstico y características sociodemográficas de cada miembro del hogar. En el segundo había 77 preguntas en diez secciones: bienestar subjetivo, confianza y redes de apoyo, uso del tiempo en actividades y redes, salud, fuerza de trabajo, eventos y situaciones, participación social y comunitaria, aspectos biográficos, movilidad intergeneracional y estratificación. El levantamiento se hizo del 3 de junio al 23 de julio de 2021, en una muestra de 37,000 viviendas en todo el país y de 1,155 a 1,160 viviendas por entidad federativa.
La eudemonía se refiere a la satisfacción con la situación particular. El balance anímico resulta de los estados emocionales del día previo a la entrevista; las mujeres tienen un nivel menor que el de los hombres, en todos los grupos de edad. La satisfacción con la vida implica una breve reflexión para evaluarla en lo individual; se midió en ámbitos específicos, en todos los cuales las mujeres tuvieron niveles inferiores que la población masculina. En general, seguridad ciudadana, servicios públicos y el país tuvieron las calificaciones más bajas. Vida familiar, libertad de decisión, vivienda y actividad principal recibieron las más altas. Hay variaciones entre los estados, expresión de diferencias locales, muchas veces por causas identificadas como inseguridad, inundaciones o sequías.
Cabe especular sobre la “breve reflexión” antes de evaluar la propia vida. La sospecha de sobrevaloración crece cuando, en una sociedad con elevados niveles de violencia intrafamiliar, se dan calificaciones altas a la vida en familia. Pero esta información debe orientar las políticas públicas en todos los ámbitos. Aporta elementos para conocer mejor lo que nos hace felices.