Evelyn Hugo, una estrella de Hollywood enigmática y seductora, parece ser el arquetipo de la celebridad despiadada: manipuladora, calculadora y dispuesta a sacrificar cualquier cosa, o a cualquier persona por la fama. Sus múltiples matrimonios, sus mentiras y decisiones egoístas la pintan como una figura antipática, incluso fría. Pero, como bien nos muestra esta novela, las apariencias engañan.
A medida que Evelyn relata su vida a la periodista Monique Grant, capa tras capa de su personalidad se van desvelando. Lo que al principio parece pura ambición sin escrúpulos poco a poco se revela una compleja red de supervivencia en un mundo que no perdonaba fácilmente a una mujer decidida, bisexual y latina de la gran industria del cine de mediados del siglo XX. Cada marido, cada mentira y cada sacrificio tenían un propósito más profundo: proteger su verdadero amor, asegurar su legado y, en última instancia, mantener el control de una época en la que las mujeres apenas podían reclamarlo.
Es aquí donde Taylor Jenkins Reid demuestra su maestría. La autora no justifica las acciones cuestionables de Evelyn, pero las humaniza. Nos hace preguntarnos: ¿hasta qué punto estamos dispuestos a juzgar a alguien que solo intentaba sobrevivir en un sistema dañado para devorarla? La Evelyn que conocemos al final de la novela es distinta de la que aparece en las primeras páginas.
El giro final de la historia es el vínculo que se forma entre Monique y Evelyn dándole un sentido a todo. No es solo una confesión; es una redención. Evelyn no quiere ser recordada como un mito, sino como una mujer real, con errores, amores prohibidos y decisiones dolorosas. Es entonces cuando resulta imposible no quererla, o al menos, entenderla.
Los siete maridos de Evelyn Hugo es un recordatorio de que detrás de cada leyenda hay una persona. Y que a veces la verdadera fama no está en los premios ni en los titulares, sino en el valor de contar tu propia historia.