Se dice que el pueblo que desconoce su historia está obligado a repetirla. Tal parece que los estadounidenses tienen un grave problema con su memoria a corto plazo. Las acusaciones que se realizan desde el presidente hasta la representante de Estados Unidos en la ONU, han hecho una y otra vez la acusación de que Siria cuenta con armas de destrucción masiva, por lo cual es un país peligroso para la “seguridad nacional”.
Esta excusa es la que más le gusta a los políticos norteamericanos. Si recordamos, el ataque a Irak, y posteriormente su invasión, inició con una serie de discursos en la que Bush jr. acusaba a Sadam Hussein de tener armas químicas, algo que nunca pudo demostrar, y por lo tanto se tenía que atacar sin piedad alguna. Una serie de bombardeos en Bagdad fue el preludio para lo que más tarde sufriría esta nación de Oriente Medio: la completa anarquía. Pasó de una nación soberana a un país títere.
Siria se convirtió en el próximo blanco para terminar de desestabilizar toda la región del Medio Oriente. Los Estados Unidos, no conformes con el viejo pretexto de las armas químicas para justificar sus acciones destructivas, con el bombardeo a la base aérea de Shayrat, Siria, reabrió un viejo conflicto: la Guerra Fría.
Posiblemente esto le suene exagerado al lector, empero es un hecho que nuevamente se muestra en el mapa geopolítico. Por supuesto que ya no es la vieja rivalidad entre dos sistemas como el “capitalista” y el “socialista”, pero este conflicto sigue siendo entre las superpotencias.
La actual Rusia logró levantarse de su letargo y se ha vuelto a fortalecer a tal grado que están logrando ser el contrapeso de las políticas estadounidenses. Moscú está recuperando su “encanto” con las naciones que tienen resentimiento hacia los Estados Unidos.
En el actual mapa geopolítico se vuelve a tener dos grandes bloques, el primero de ellos lo compone Rusia, China, Irán, Siria e India. Son países que siguen en crecimiento económico acelerado, con una población bastante numerosa, son países que tratan de reivindicar sus deseos nacionales y por lo mismo, sus músculos militares están siendo desarrollados al máximo. Este bloque lucha en contra de las pretensiones estadounidenses que ya son vistas como el yugo que ha impedido su desarrollo.
El otro grupo es ya muy conocido, Estados Unidos a la cabeza, seguido por la Europa Occidental, o mejor dicho, OTAN. Este bloque sigue controlando gran cantidad de los países tercermundistas, rigiendo sus economías, y aquellas naciones “rebeldes” son tratados como peligrosos para sus intereses.
Junto a estos dos eventos graves (a continua lucha por desestabilizar Medio Oriente y el reavivamiento de la Guerra Fría), se le tiene que añadir otro evento de gran envergadura: las hostilidades entre Estados Unidos y Corea del Norte. China no se ha cansado de advertirles a los estadounidenses que el peor error que puede cometer es “despertar al dragón”.
El hecho de que los Estados Unidos hayan enviado a la península de Corea, lo que Trump denominó como la “flota naval más poderosa” tiene un significado profundo. El atacar a Corea del Norte tendría por consecuencia una posible inestabilidad a la región asiática. En dado caso que esto suceda, China no tendría más opción que demostrar la capacidad que tiene para conciliar un conflicto de este tamaño.
Sin mencionar la posible catástrofe que podría causar Corea del Norte, pues están más que dispuestos a irse a la guerra contra los estadounidenses: pero de la guerra que hablan los norcoreanos es una guerra nuclear.
Por más burlas que se hagan al arsenal de los norcoreanos, con eso que presumen sus misiles intercontinentales que no pueden ni despegar, lo cierto es que se está subestimando a esta pequeña nación. Estados Unidos olvida otra historia: la de David y Goliat, cosa que ya vivieron en su trágica intervención en Vietnam. Ese pequeño David (Vietnam), golpeando ferozmente al gigante y poderoso Goliat (Estados Unidos).
Creo que Estados Unidos tiene que volver a releer su historia pues los mismos horrores que ha cometido en el pasado, los siguen persiguiendo en el presente y lo peor es que siguen cayendo en el mismo embrollo. ¡De algo tenía que servir la Historia!