Conversamos con Cristina Liceaga
sobre su proyecto Escritoras Mexicanas.
¿Cómo nace el proyecto de Escritoras Mexicanas?
El proyecto se lanzó en octubre de 2017, pero empezó a tomar forma desde inicios de ese año. En 2016, con motivo del centenario del nacimiento de Elena Garro, yo abrí unas cuentas en redes sociales donde diario subía información sobre ella. Las redes fueron un éxito, pues de tener cero seguidores a inicio de año al final de 2016 ya estaba colaborando con el Centro Cultural Elena Garro; entonces pensé «si funcionó con Elena, puede funcionar con otras escritoras»; además, en 2013-2014 quise leer a más escritoras mexicanas que no fueran las de siempre, y pregunté en mi Facebook —en esa época no tenía los amigos escritores que tengo ahora—; me llamó la atención que, además de las escritoras de siempre, nadie sabía de más autoras —solo un amigo me dijo Myriam Moscona, fue el único—; entonces pensé: pues debe de haber más escritoras, y de ahí también nació la idea.
¿La recepción de las autoras al proyecto de EscritorasMX fue el que esperabas y habías proyectado o superó tus expectativas?
Sin duda, superó lo que esperaba. La verdad, no me imaginé que hubiera tantas escritoras en México y tan talentosas; autoras que realmente tienen algo que decir y que, sobre todo, necesitan difusión. Creo que ese fue el factor de éxito, que las escritoras necesitaban un espacio de difusión.
En todo proyecto nuevo hay obstáculos que sortear, ¿cuáles fueron los principales problemas a los que te has enfrentado para desarrollar este proyecto?
Al inicio fueron muchos problemas técnicos con el sitio web, con el servidor, etcétera; y pues ya después el eterno problema de todos los proyectos culturales: el dinero.
Escritoras Mexicanas es independiente y aún así has conseguido publicar dos Antologías de cuento breve, consolidar un sitio web y hasta un espacio físico donde realizan presentaciones y ponen a la venta libros de literatura escrita por mujeres de diversas editoriales, todo esto en muy poco tiempo, ¿cómo se fueron gestando estos logros?
Pues se fue dando todo poco a poco, afortunadamente. Yo creo que sí era un proyecto que faltaba, pues muchas escritoras necesitaban un sitio donde difundir su obra; y como yo siempre he dicho: yo no hago nada, o sea, la gente se me acerca, las editoriales se me han acercado, las escritoras se me han acercado y me han propuesto cosas; y es así como nacieron los concursos de cuento breve, el de novela corta del año pasado, las entrevistas en muchos medios, presentaciones en ferias, etcétera. Lo del pequeño espacio donde hacemos presentaciones y tenemos librería, también fue una necesidad que yo vi porque quería hacer talleres y no encontraba dónde, los espacios eran muy caros, así que decidí hacerlo en mi casa —adapté mi casa—; y la verdad quedó muy bien, a la gente le gusta mucho y nos ha ido muy bien; lástima que se nos atravesó lo del coronavirus, pero ahí vamos.
En tu opinión, ¿qué tipo de apoyos consideras necesarios para que proyectos como el tuyo puedan surgir en el futuro? ¿De dónde debería venir esta ayuda para difundir y brindar espacios a la literatura escrita por mujeres?
El gran obstáculo es el dinero, porque sin dinero se pueden hacer cosas, imagínate con dinero todo lo que se podría hacer. Creo que sí es tarea de todos, desde el gobierno hasta asociaciones, pasando por la iniciativa privada y las mismas escritoras. Debemos colaborar y ayudarnos entre todos.
¿Las escritoras extranjeras también tienen o tendrán cabida en EscritorasMX?
No es nuestra prioridad, pero sí le hemos dado voz a escritoras extranjeras, sobre todo cuando recomiendan cosas de escritoras mexicanas. También hemos publicado algunas recomendaciones de autoras no mexicanas, y, sí, lo ideal sería que esto creciera en toda Latinoamérica y que un día hubiera Escritoras colombianas, escritoras argentinas, escritoras chilenas, escritoras ecuatorianas, que las ecuatorianas vienen muy, muy fuerte.
¿Qué sigue para Escritoras Mexicanas?
Primero tenemos que esperar a que termine esta crisis. Teníamos muchos proyectos que se vieron interrumpidos por la pandemia, varios proyectos de publicaciones —ya estamos funcionando como subsello editorial y hemos sacado aproximadamente cuatro libros—. Entonces, queremos seguir publicando libros —son libros de autor porque ahorita no tenemos dinero para invertir como editorial tradicional—; queremos seguir vendiendo en Ferias de libros como la del Zócalo —estuvimos en la Fil Minería y nos fue excelente, vendimos muchísimos libros—, sacar nuevos proyectos en colaboración con escritoras importantes, ahí tengo dos que tres ideas, y pues seguir adelante en la difusión de las letras escritas por mujeres.