“See me walking down the avenue, A walking cane here at my side, I take it everywhere, I walk, I’m a Dandy-man in Congo”.
Para los integrantes de la SAPE, (Society for Athmosphere Setters and Elegant People), el discurso fascista que han utilizado los diversos y variados dictadores a lo largo de toda la historia política Africana, tiene que ver con el desarrollo e implementación de un nacionalismo exacerbado.
Como rasgo similar; las múltiples dictaduras en el Congo, han utilizado el nacionalismo como un arma demagógica de hipócrita empatía social, en su afán de control total cada nuevo régimen dicta e impone tipos apropiados de pensar, actuar y vestir.
De igual forma, toda dictadura señala su total rechazo a toda expresión, manifestación o simbolismo de cultura relacionado con lo extranjero, principalmente; cualquiera relacionado con lo europeo.
Bajo esta lógica, los seguidores del SAPE, conocidos como Sapeurs, visten con carácter refinado e impecable. El estilo y rudimento foráneo son una de tantas facetas que enmarcan de manera peculiar una lucha por la reivindicación de la libertad de expresión, a través de la elegancia en el vestir.
La desavenencia en la vestimenta se convierten en herramienta de protesta, que se retrata como elegancia y personalidad.
Artistas fotográficos como Francesco Giusti, o el afamado y multigalardonado Daniel Tamagni, en sus art-books: “Sapologie”, “Gentlemen of Bacongo”, “Fashion Tribes, Global street style” y “Global Style Battles, modes et sudcultures urbaines” se han encargado de retratar un movimiento disidente que tiene que ver con la elegancia, la distinción, la galanura y la moda.
Algunas personas encuentran sus manifestaciones excesivas, paradójicas y discrepantes con la realidad de las calles polvorientas del Congo, pero como toda manifestación de disconformidad y reproche; el objetivo es incomodar al espectador, para dar pie a la reinterpretación y crítica de la realidad.
Durante la década de los 70 la dictadura de: Mobutu Sese Seko Nkuku Ngbendu Wa Za Banga, implantó una política cultural denominada “Vuelta a la Autenticidad”, ésta entre otras cosas, implicaba vestir sólo de la manera en que el régimen en el poder consideraba correcto.
El músico Jules Shungu Wembadio, mejor conocido como: Papa Wemba, hizo del estilo sapeur un movimiento contracultural, opositor de la autenticidad exigida por el régimen de Mobutu.
Durante la misma década, Etiopía aún era una monarquía feudal en manos de Haile Selassie I, el país contaba para aquella época con las mismas treintenas escuelas elementales, y una docena de escuelas secundarias fundadas desde los años 30.
Cuando la Revolución estalló en 1974 el índice de analfabetismo en Etiopía era del 95%, con apenas seis mil estudiantes universitarios en un país de treinta millones de habitantes. Etiopía estaba sumergida en una hambruna que tenia su epicentro en Wollo y Tigray, había comida pero la gente no tenia acceso a ella, ese era el legado de medio siglo de un pésimo gobierno. Haile Selassie siempre se mantuvo indiferente, distante y apático. Al hambruna le precedía una crisis petrolera de magnitudes alarmantes.
13 de febrero de 1974 el gobierno de Haile aumentó el precio de la gasolina. De manera inmediata comenzó la agitación del pueblo. El 18 de febrero los maestros fueron a la huelga en protesta contra la revisión del Sector Educacional, los chóferes de taxi también participaron en la huelga. El 20 de febrero comienza la manifestación pacífica de estudiantes y trabajadores en Addis Ababa. El 23 de febrero el gobierno es obligado a anular el aumento en el precio del combustible. Selassie respondió anunciando en la televisión una disminución del precio de la gasolina y de los precios de los productos básicos ademas de un aumento del 33 % del salario militar.
La oposición se recrudeció cuando se hizo claro para el pueblo que el gobierno lo había engañado para justificar el incremento del precio del combustible.
Curiosamente la Revolución de Etiopía es un acontecimiento de participación multitudinaria y espontánea, comenzado por el pueblo, posteriormente apoyado y dirigido por el ejercito debido a la ausencia de un partido político o movimiento revolucionario.
En 1975 se celebra por primera vez el 1º de mayo en Etiopía, el 12 de Septiembre de 1977 se celebra con un gran desfile el tercer aniversario de la Revolución. Trabajadores, estudiantes, soldados y campesinos marcharon nuevamente juntos.
En el Congo, el estilo sapeur ha sobrevivido incluso a guerras civiles, y después de cada sangriento conflicto, los dandis sapeur que han luchado por su patria; claman a todo pulmón “Dejemos las armas y vistámonos elegantemente”.
Cuesta trabajo creer que nuestra elegancia reside sólo en robar electrodomésticos y en asaltar el trasporte publico. Cuesta trabajo ver que nuestra personalidad y galanura es vandalismo escudado en protesta.